Vencer el sopor en el teletrabajo sin recurrir café es posible


Recuperar la concentración y vencer al sopor tienen soluciones más fáciles de lo que piensas, desde levantarse y pasear a tomar infusiones sin teína
Es importante tener un buen horario de sueño para que un mal descanso no nos pase factura durante la jornada de teletrabajo
Hay momentos en los que teletrabajar puede ser un verdadero placer. La nevera cerca, por si apetece picar algo; una silla de rey, seguramente mucho más cómoda que la de tu oficina. Cuesta pensar que en algún momento tendremos que volver al cubículo kafkiano y a la máquina de café que nos dispensa nuestra ración de petróleo.
Pero por más que nos guste, teletrabajar, como toda actividad cuyos límites son difusos (por algo dicen que no hay que hacerlo en pijama), esconde su propio campo de minas: la modorra. De pronto estamos bostezando como en un documental de leones en el Serengueti, nos hormiguean las piernas, y en lugar de estar enfocados en el trabajo acabamos de meternos en youtube. Procastinación y sopor son hermanas en este contubernio. La mañana está perdida. Bueno, quizás.
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Te contamos algunas maneras de derrotar a la mosca tse-tse que te ha entrado a media mañana sin tener que recurrir al chute clásico de cafeína.
Una persona es su postura
Lo normal es que, si has estado en esa comodísima silla tecleando durante horas, consultando importantes fuentes o rellenando excels, te hayas deslizado hacia abajo como un churro, hayas olvidado beber agua y tu espalda ya no esté en la posición correcta. Una de las mejores maneras de no dormirse teletrajanado es buscar una postura cómoda pero que nos permita mantener la concentración, tal y como se hace en la meditación.
Puedes utilizar una silla sin respaldo que te obligue a mantenerte erguido, trabajar sentado en el borde, con la espalda separada del respaldo, o incluso hacerlo de pie (se ha demostrado que mejora el rendimiento cognitivo y ayuda a perder peso). Esto te permitirá recuperar parte de la atención, al tener que mantenerte enfocado en tu propia postura a la vez que terminas el curro pendiente.
Masca algo
¿Se te cae la cabeza sobre el teclado? ¿Otro bostezo ha terminado de rematar a tus neuronas? Puedes entrenar tu concentración tratando de hacer la Capilla Sixtina en el inflado de un chicle.
Fatiga visual
Otro de los peores efectos de mantenernos durante horas con la vista fija en la pantalla. Te recomendamos que parpadees y mires un objeto de algún color vivo (rojo, amarillo o naranja) que esté a cinco metros de ti. Otra sugerencia es que establezcas un punto visual más allá de la ventana, en el patio o en la calle, si tu casa dispone de balcón o terraza. Si quieres utilizar este punto como objeto de meditación en una sesión rápida, también es una muy buena idea. Aprovecha esta pausa para hidratarte. Beber agua muy fría también ayuda a mantenerse despierto.

Pausa y caminar
No hay truco en esta forma de activarse, tan solo es necesario acostumbrar al cuerpo a cambiar de espacio. Levantarse, hacer unos estiramientos de espalda y de brazos son herramientas interesantes para despejar la cabeza. Súmale lavarse la cara con agua muy fría. Aprovecha para bostezar sin vergüenza, porque aunque no lo creas, reactiva el oxígeno en el cerebro y la dopamina.
HIT
Puedes planear una pequeña sesión de entrenamiento a media mañana para generar endorfinas y meterle algunas revoluciones de más a tu cerebro. Existen muchos entrenamientos rápidos de entre 8-10 minutos (los denominados HIT) que te van a permitir activarte y volver a ese informe como quien se dispone a conquistar Polonia mientras suena música de Wagner.
Infusiones
El café es delicioso pero a menudo también un placer culpable que toleramos más veces de las recomendadas. Hay muchass alternativas para recuperar la concentración sin tener que depender de los excitantes. El erótico mundo de las infusiones. Puedes probar con una de romero y miel; o un té que no contenga teína (roiboos).
Paseo corto
Otra de las ventajas del teletrabajo es que, con una buena organización, se puede combinar la logística del hogar con la mejora de la productividad. Permitirse un paseo de diez minutos por la manzana para hacer algún recado no hace daño a nadie. Es más, a algún escritor, filósofo o científico se le habrá ocurrido su obra maestra mientras compraba naranjas y se reabastecía de papel higiénico.
La siesta del carnero
Parece un sacrilegio y una traición al hombre recto que llevamos dentro, pero en realidad tiene mucho sentido combatir el sopor con su propia medicina y dormir una pequeña siesta para reactivarnos. Tan solo 15 o 20 minutos pueden ayudar a que tu cerebro se ponga otra vez en la casilla de salida.