Dar celos o culpabilizar a la pareja de los errores son señales de que la relación no va bien

No hace falta ver 'La isla de las tentaciones' para identificar algunas de estas señales tan tóxicas que muchas parejas cometen a diario
¿Son los celos una emoción normal o significa que algo va mal en la relación?
No hay ninguna relación de pareja perfecta y la razón es tan simple como que las personas tenemos inseguridades, defectos y miedos que influyen en nuestras interacciones sociales. Cuando las cosas comienzan a flaquear tenemos tres opciones: trabajar en nuestros defectos a nivel individual y de pareja (poniendo en práctica algunos trucos como estos para fluya y sea sana) y solucionar las cosas, dejar que la situación siga igual fingiendo que no somos conscientes o poner fin a la relación.
El problema es que muchas veces no nos damos cuenta de lo que va mal, por eso hoy vamos a contarte cuáles son las señales de alarma de que tu relación está en la cuerda floja:
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1. Celos constantes e irracionales
Todos sentimos celos en algún momento de nuestra vida, ya sea de un hermano, de los padres, de nuestro mejor amigo o de la pareja.

Para considerar los celos patológicos, en primer lugar, deben ser desproporcionados y constantes. Es decir, que nuestra pareja no nos da razones para desconfiar pero aun así lo hacemos 24 horas y 7 días a la semana.
En segundo lugar, las personas con celos patológicos tienen la mala costumbre de responsabilizar a su pareja de este sentimiento. En otras palabras, echar la culpa a su novio o novia por sentirse celoso, buscando las razones más surrealistas que se le ocurran. Como decía, no podemos evitar sentir celos de forma esporádica, pero sí podemos evitar cargar a nuestra pareja de esa emoción tan desagradable. Es responsabilidad nuestra gestionarla y ponerle remedio.
2. Chantaje emocional
El chantaje emocional es una señal clarísima de que en una relación de pareja hay maltrato psicológico, y lo mejor que puedes hacer si lo detectas es huir, pero, ¿cómo identificarlo?

Una cosa es que tu pareja te motive a hacer cosas que son buenas para ti, como por ejemplo a salir a dar un paseo si estás pasando una mala racha, a estudiar si tienes exámenes y no paras de hacer el vago, o a visitar a tu familia si eres bastante despistado o pasota. En cambio, cuando se produce chantaje emocional te coaccionan para que accedas a hacer cosas que ni tienes porque ni debes hacer.
Si te hacen sentir culpable por vestir de determinada manera, por tener amigos o amigas, por maquillarte o por no querer tener relaciones sexuales, el problema no es tuyo sino de tu pareja.
3. Culpar a la pareja de los propios errores
Asumir que no somos perfectos es un proceso que dura toda la vida, y algo fundamental es reconocer que a veces no somos la mejor versión de nosotros mismos y sin querer hacemos daño a nuestra pareja o bien con nuestras palabras, o bien con nuestras acciones. Lo ideal es disculparnos, aprender de los errores y corregir nuestro comportamiento en el futuro. Por desgracia algunas personas prefieren echar balones fuera para no admitir su responsabilidad.
Sólo hay que fijarnos en el reality ‘La isla de las tentaciones’ para identificar esta señal de mal pronóstico, pero no hace falta encender la televisión para ver cómo una persona culpa a su pareja de sus propios errores. Todos lo hemos hecho en algún momento, y la razón es que hacer autocrítica y asumir nuestros fallos no es fácil, sobre todo cuando atravesamos momentos de poca autoestima.
4. Irritabilidad desproporcionada
Cuando atravesamos una mala racha de pareja, es normal que todo nos cabree. Hasta un 'buenos días' es motivo de discusión.
Esta situación de irritabilidad constante y desproporcionada supone un desgaste emocional para la otra parte de la pareja, porque día tras día se siente culpable, pero en el fondo no sabe qué es lo que está haciendo mal (ya que, en realidad, no está haciendo nada mal).
Si esto te está sucediendo a ti, lo mejor que puedes hacer es sincerarte con tu novio o novia y decidir juntos cómo gestionar la solución. Tal vez te ha sentado mal algo y no eres consciente, o a lo mejor necesitas pasar más tiempo a solas para aclarar tus ideas. Sea como sea, sincérate.
5. Comparaciones con ex o con otras personas
Las comparaciones son odiosas, sobre todo cuando quien las sufre es tu pareja. Cada relación es un mundo y no puedes juzgar a tu actual novio o novia basándote en la forma de actuar de tu ex, de tus colegas o del vecino del sexto.
En ocasiones no sólo comparamos a nuestra pareja con personas reales que han formado parte de nuestra vida, sino que también lo hacemos con una imagen idealizada que hemos construido mentalmente. Queremos estar con una persona atenta, divertida, buena e inteligente, es obvio, pero a menudo creamos una fantasía que poco se asemeja a la realidad. Todos nos merecemos lo mejor, pero no podemos esperar una relación sin errores ni aprendizaje.