Preguntamos a expertos si te pueden despedir por hacer stories en tu trabajo

¿Cómo está regulado el uso de redes sociales en horario laboral?
¿Está bien decir dónde trabajas en redes o hacerte stories?
La influencer Samantha Hudson fue despedida por ello
Que tire la primera piedra el que nunca se haya grabado un story para Instagram en su horario de trabajo. Y si no es un story, porque eres más de ver los de los demás que hacerte los tuyos, pues escribir un tuit o dejar un comentario en Facebook.

La teoría nos la sabemos todos: en tu horario de trabajo tienes que estar trabajando, y mirar Facebook o subir un story con filtrito de perrete a Instagram no es trabajar. Pero claro, absolutamente nadie, ni el jefe más comprometido del planeta, está ocho horas seguidas a tope y sin desconectar. El que no se fuma un cigarro se toma un café, y el que no mira el WhatsApp se distrae con una mosca. ¡Somos humanos!
¿Quién regula esto?
Como las redes sociales son algo relativamente nuevo, no hay legislación sobre su uso en el puesto de trabajo. Eso no significa que cada empresa tenga sus propias reglas y algunas se opongan totalmente al uso de redes sociales llegando a caparlas para que sus empleados no puedan acceder a ellas desde su puesto de trabajo.

Nosotros hemos preguntado a Recursos Humanos de nuestra propia empresa para que nos expliquen qué nos podría pasar a nosotros mismos si estamos todo el día con el filtro del perrito puesto: "No hay ninguna ley que regule el uso de redes sociales en tiempo de trabajo. Pero si hay abuso de confianza o dejación de funciones por parte del trabajador se podría estar hablando de un despido procedente".
También le hemos preguntado a Adolfo Rodríguez, nuestro Community Manager, es decir, una persona que cobra dinero por estar con las redes sociales en el trabajo, porque su opinión también puede ser muy interesante. Él está totalmente a favor de hacerse stories en el trabajo y de hablar de tu profesión en tus redes sociales, pero con cabeza: "Un usuario que hable abiertamente del terreno profesional en redes sociales debe llevar a rajatabla las premisas que siempre defiendo: ser divertido, agradecido y, por encima de todas las cosas, cauto", explica.
"Soy de los que defiende que cada persona es libre de elegir qué contenido publica en sus redes sociales, pero tirar piedras sobre el propio tejado no parece muy inteligente. Nadie debe cerrarse puertas como consecuencia de sus comentarios en redes sociales y los jefes también deberían saber hasta qué punto pueden solicitar o exigir a un trabajador que opine de lo que le venga en gana en su cuenta personal. Siempre que la persona sea responsable, no ofenda a su entorno laboral ni desvele contenido privado, ¿por qué no podría alguien grabar o fotografiarse en su puesto de trabajo?", añade.
¿Te pueden despedir por ello?
Tal y como nos recordaban desde Recursos Humanos, en algunos casos podría considerarse un despido procedente. Esto es lo que le ocurrió la semana pasada a Samantha Hudson, uno de los personajes de Instagram más divertidos y más provocadores.
La influencer trabajaba en una conocida cadena de hostelería y, una vez cerrado el local, mientras estaba recogiéndolo, subió varios stories que llegaron a los jefes del negocio, que creyeron que dañaban la imagen de su compañia, y decidieron despedir a su empleado. Samantha, lejos de lamentarse, contó en Instagram lo ocurrido, compartiendo también la carta de despido que le había llegado porque "no tenía desperdicio".

No es que pretendamos animaros a haceros stories fuera de tono en vuestro trabajo ni mucho menos. Pero alabamos el gesto de la instagramer de compartir con sus seguidores las consecuencias de sus actos. Ella misma lo cuenta así: "hace unos días grabé unos vídeos haciendo tonterías. Quiero dejar claro que es un tema bastante serio y que me río por no llorar, y no estoy orgulloso de mi comportamiento".