El truco para sobrevivir a un día de mierda ¡Solo tienes que hacer tres cosas!

yasss.es
09/07/201809:39 h.Los días de mierda son como las setas, aparecen a su antojo y cuando menos te lo esperas. De las setas siempre puedes pasar, seguir adelante en tu camino sin prestarles atención, pero de los días malos no. Esos te los tienes que comer. Por eso queremos compartir contigo un truquito muy sencillo que convertirá tu día de mierda en un día, por lo menos, normal.

Lo peor que puedes hacer cuando estás teniendo un día de mierda es regodearte en tu sufrimiento y darle más y más importancia. Eso solo hará que tus pensamientos entren en una espiral de "mierda, ¡mierda!, ¡MIERDA!" y que el día cada vez vaya a peor. Objetivamente, quizás tu día tampoco esté siendo tan malo, pero subjetivamente, es decir, desde tu punto de vista, será un desastre cada vez mayor solamente porque no dejas de pensar en ello.
Por esta razón, cuando creas que estás teniendo un día de mierda lo primero que debes de hacer es PARAR. Deja todo lo que estés haciendo y para. Aunque solo sean treinta segundos. El hecho de cortar por lo sano con una situación que no nos gusta nos beneficia más que seguir dándole vueltas tratando de encontrar una solución o una salida. Para y respira.

Si has sido capaz de identificar un momento de agobio, de tensión o un MADRE MÍA QUE ARRASO CON TODO A MI PASO ya has ganado la primera batalla. Ahora vamos a por la guerra.
Tres pasos para que tu día deje de ser un desastre
Después de tu parón y tus respiraciones relajantes, empieza a pensar con la cabeza. Y no con las emociones, que seguramente que estén diciendo a gritos que llores, o que grites o que mandes todo a paseo.

Lo primero que tienes que pensar es que los días de mierda también hay que pasarlos, así que, ¿por qué no pasarlos de la mejor manera posible? Si haces estas tres cosas que recomienda la escritora y cómica Caissie St. Onge vas a conseguir salvar un día desastroso y evitar una buena bajona.
Primer paso: haz algo que debas hacer
Que tu día esté siendo lo peor porque has dormido mal, porque has estado enfermo o porque tu jefe te ha echado una bronca no va a cambiar que sigas teniendo que cumplir con tus obligaciones. Por esa razón, lo primero que tienes que hacer, aunque tengas un mal día, es seguir trabajando. No tires la toalla. Haz, al menos, una cosa que tengas que hacer. Dejar tareas inacabadas o mandarlas a paseo solamente porque hoy no tienes tu el cuerpo pa eso nos hace sentir mal con nosotros mismos. Y si estás teniendo un mal día lo último que querrás será sentirte mal contigo mismo.

Segundo paso: haz algo que te apetezca mucho hacer
Es un mal día... ¡te mereces una recompensa! Seguro que hay algo que te apetece un montón: ir al cine, ir al teatro, llamar a una amiga, comprarte un libro, salir a dar un paseo, comerte un helado... ¡o echarte una siesta! Lo que sea. Seguro que sabes lo que te apetece o lo que te gusta hacer. Pues búscale un huequito en tu día, ¡y hazlo!

Tercer paso: haz algo por alguien más
Estos tres pasos van sobre sentirte bien cuando todo va mal. Si estás teniendo un mal día por causas ajenas a ti, no vas a poder cambiarlo, pero lo que sí puedes hacer es que no se te contagie el malestar a ti. Y no hay nada como hacer cosas por los demás para sentirse genial. Piensa en algo que haría feliz a otra persona. Llama a tu madre, vete de compras y sorprende a un amigo con un regalo, pásate por una ONG e infórmate de cómo puedes ayudar... cualquier buena acción valdrá.

Haciendo estas tres cosas no solucionarás ningún marrón, pero al menos no te irás a la cama sintiéndote la mierda más grande del universo, porque habrás hecho cosas por ti, por los demás y, sobre todo, te habrás enfrentado a algo que no te gustaba o no te apetecía nada. ¡Un YASSS pa ti!