Pruebo el test gratuito de la reserva ovárica: lo que aprendí sobre mi nivel de fertilidad

Cuando mi madre me tuvo con 30 años se la consideraba una madre “mayor”. A mi edad ella ya estaría embarazada y yo, sinceramente, ahora mismo con hijos no me veo. Lo que sí es cierto es que, con la edad te empiezas a plantear cosas que antes igual ni te rondaban por la cabeza como, por ejemplo, el tema de tener o no tener hijos: ¿Y si cuando quiera (y pueda) ya es tarde (señora)? “Los estudios demuestran que muchas mujeres deciden ser madres cuando alcanzan su plenitud cerca de los 40 años, tanto en el plano social y profesional como en el físico y personal, y es entonces cuando pueden encontrar más dificultades para lograr un embarazo e incluso precisar recurrir a óvulos donados”, leo en en una web sobre congelación de óvulos. Creo que hoy en día muchas mujeres sentimos cierto “desfase” horario entre nuestro reloj biológico y el personal.

Mientras yo había dejado el tema en ‘stand by’ me enteré de casualidad de la existencia de un test gratuito que mide la reserva ovárica y me picó la curiosidad. Al igual que existe la citología para detectar el cáncer de cérvix, o la mamografía para el de mama, este test es un marcador sencillo y fiable para conocer si una mujer tiene baja reserva ovárica. Para conocer mejor qué es la reserva ovárica y qué indica concretamente, he contactado con el doctor Pedro Royo, director de IVI Pamplona. En una entrevista por mail para Yasss me ha explicado que "es un indicador de la cantidad de óvulos que podrían producir los ovarios en un determinado momento, así como su percentil por edad" y que la reserva ovárica se puede medir a través de la hormona antimülleriana (AMH), obtenida en una muestra simple de sangre (es decir, el test del que hablamos aquí) o bien a través del “recuento de folículos antrales (RFA) de los ovarios” mediante una simple ecografía ginecológica.
Esta iniciativa impulsada por IVI se lanzó en febrero, está destinada a mujeres de entre 25 y 38 años y consiste en un simple análisis de sangre. Desde el centro me confirman que solo este año más de 3.000 mujeres se han realizado este test. Por parte de IVI, lo que pretenden al ofrecerlo de forma gratuita es concienciar a la población reproductiva femenina de la importancia de saber cómo está actualmente su reserva ovárica. “Atendemos diariamente en consulta a decenas mujeres que quieren ser madres y que no saben cuál es su reserva ovárica. Lamentablemente descubrimos entonces que muchas de nuestras pacientes tienen una reserva ovárica baja, hecho que en la mayor parte de las ocasiones no da ninguna sintomatología. Si además añadimos una edad mayor a los 35-40 años... la dificultad para tener un hijo es un poco mayor”, explica el doctor Royo.
Bueno, pues allá que voy, no sé si me gustará conocer el resultado pero total, es gratis y aquí hemos venido a jugar. Para hacer el test primero hay que llamar para coger cita (aquí podéis encontrar más información) y después, toca pedir en el curro que te dejen salir antes o entrar más tarde ya que solo se puede hacer de martes a jueves y en horario de 9 a 5 y encima está un poco lejos (en Madrid hay que ir hasta Aravaca).

Al llegar allí flipo bastante con el edificio. Bueno, en realidad con los edificios. Son dos enormes y están completamente acristalados. ¿Será el cristal una representación metafórica de lo que ofertan (in vitro, congelación de óvulos, etc.)? Leo en su web que IVI es el mayor grupo de Reproducción Asistida del mundo, supongo que de ahí el poderío (en Madrid tienen dos centros más). Al entrar, veo que hay bastante gente rodeando un mostrador negro. Me fijo en un par de cuadros “artísticos” un poco creepies de manitas y pies de bebés. ¡Mi turno! Paso al mostrador, una chica me toma los datos y me sorprende que me pregunte sobre mi estado civil y me haga firmar un documento declarándolo. Yo no sabía que la ley sobre técnicas de reproducción humana (Ley 14/2006) establece lo siguiente: “si la mujer estuviera casada, se precisará, además, el consentimiento de su marido, a menos que estuvieran separados legalmente o de hecho y así conste de manera fehaciente. El consentimiento del cónyuge, prestado antes de la utilización de las técnicas, deberá reunir idénticos requisitos de expresión libre, consciente y formal”. El documento continúa: “se me ha explicado que esta previsión viene dada por la presunción que establece el artículo 116 del Código Civil de que los nacidos después de la celebración de un matrimonio heterosexual y antes de los 300 días de su disolución o de la separación legal o de hecho son hijos del marido”. Y por todo esto, el centro necesita conocer mis datos por si en un futuro quiero iniciar cualquier trámite de reproducción asistida o la transferencia de preembriones crioconservados. Pues nada, firmado junto a más hojas de cesión de datos para el laboratorio, etc. No, no encontré ninguna referencia al matrimonio homosexual en el documento.
Paso a una minisalita de sillones de cuero. Sobre las mesas hay diferentes folletos, uno de ellos está escrito en ‘Comic Sans’ y me llama especialmente la atención: “Porque tú decides. Asociación Madres Solteras por Elección”. Me lo guardo en el bolso porque cuando voy a abrirlo ya tengo que pasar a la sala de análisis. Y ahí sí que flipo todavía más cuando miro a la pared de la derecha: toda ella está cubierta con fotos de bebés, recién nacidos, gemelos, fotos de niños con el típico marquito de navidad… Algunas de ellas incluso llevan mensaje “gracias a IVI he sido posible”. Debe haber unas 50 instantáneas. Una amiga que se hizo el test unos días antes que yo me cuenta muy acertadamente lo siguiente: “claro tía, al igual que el frutero expone su género, ellos también exponen el suyo”. Y me imagino la gratitud de todas esas madres y esos padres ante el milagro de una vida que igual, a veces tarda un poco en llegar (como veremos más abajo).
No me entero del pinchazo, salgo y me dicen que los resultados me llegarán por correo electrónico en unos 7 o 10 días (además, cuando llamo para coger cita, pasan la dirección de su portal web y ahí también puedo consultarlo). Sorprendentemente, no me han avasallado a publicidad ni nada por el estilo (solo he recibido por su parte los resultados y una newsletter).
Los resultados

El mail llega antes de lo previsto y en 4 días ya tengo los resultados en mi buzón de entrada. Un poco nerviosa sí que estoy, no os voy a engañar. Abro el mail, veo mi nombre y apellidos, edad, el resultado y su interpretación: "el nivel de hormona antimülleriana en relación a su edad es indicativo de una reserva ovárica NORMAL (sí, normal en mayúsculas)”. Ok. Respiro aliviada y lo comparo con mis amigas y la verdad es que mi nivel, aunque sea normal, está mucho más bajo que el suyo y eso que son mayores que yo, lo que confirma que el test no mide exactamente la “edad de mis ovarios” como yo pensaba. Algo que me confirma el doctor Royo: “La reserva ovárica no siempre va paralela a la edad de mujer. Lo habitual es ir teniendo menos reserva ovárica con mayor edad, pero esto no siempre es así, dado que existen factores genéticos, determinadas enfermedades (endometriosis, autoinmunes) u otros factores que pueden determinar, por ejemplo, reservas bajas en mujeres jóvenes”. Una reserva ovárica baja es aquella que tiene valores de AMH <0.8 ng/ml, independientemente de la edad de la mujer.
Según me explican desde IVI, el test tampoco sirve para saber hasta qué edad puede concebir una mujer ya que la AMH es un marcador de cantidad potencial de disponibilidad de óvulos, pero no de la calidad de los mismos: “Sí nos permite advertir a la paciente del riesgo de fallo del ovario (en su capacidad de producción de óvulos) y asesorar en lo relativo a los modos de afrontar esta situación. No debemos olvidar que el factor principal en los problemas reproductivos de la mujer es el retraso en la edad de concepción”. Para que esto se entienda mejor, sería más fácil quedarse embarazada por debajo de los 35 años con una reserva ovárica baja que por encima de los 40 años con una reserva ovárica normal o alta.
Finalmente y por si todavía quedan dudas sobre este test, el valor de la AMH muestra la cantidad aproximada de óvulos que nuestro ovario puede producir por ciclo: “De manera natural solamente se desarrolla un óvulo por ciclo, pero si estimulamos el ovario para extraer óvulos, la pretensión es recuperar todos los óvulos que el ovario pueda dar en ese ciclo, bien para vitrificarlos (preservarlos) o para realizar una fecundación in vitro. Cuanta menor reserva ovárica tengamos, menor cantidad de óvulos disponibles por ciclo iremos teniendo o generando progresivamente desde ese momento en adelante. De manera fisiológica, el aumento en el ritmo de pérdida se acentúa entre los 35 y los 40 años de edad”, explica Pedro Royo.
La maternidad en España
Os decía al principio que cuando mi madre me tuvo se consideraba le “mayor”, ahora en España que una mujer espere a cumplir los 30 para ser madre es “lo normal” según los últimos datos que publicaba Eurostat a finales de marzo de este año y que correspondían al año 2016. De hecho el 60% de las madres españolas tienen su primer hijo entre los 30 y los 39 años. Junto con Italia, nuestro país es el país de la Unión Europea donde más se retrasa la maternidad (el primer hijo de media llega casi con 31).
Si nos comparamos con la media europea, que alcanza los 1,6 hijos, resulta que somos el país con menor tasa de fertilidad del continente. El número de nacimientos por mujeres es de 1,34 hijos. ¿Razones? Según los expertos por las condiciones laborales, cambios de hábitos sociales, problemas de conciliación y que los cuidados siguen recayendo sobre todo en ellas. Y la desincronización del reloj biológico y el personal.