Viajar después del coronavirus: todo lo que cambiará (y lo que no) en las futuras escapadas

La pandemia ha atado en corto a todos, pero ¿cómo se podrá viajar después?
Habrá menos interés en viajar a lugares abarrotados y se tratará de evitar distancias muy largas
Los expertos aseguran que los viajes tendrán un mayor significado. No se viajará por viajar y se evitará el turismo de masas
Desde que la pandemia se instalase en nuestras vidas vivimos con la cabeza pensando en lo que será de nosotros esta Nochevieja o, incluso más a corto plazo mirando en la próxima semana. El ahora cuenta más que nunca y los datos no dan muchas alternativas para poder hacer planes a futuro tal y como refleja la ya considerada segunda ola del coronavirus. En España se superan ya los 34.000 fallecidos y el último balance del Ministerio de Sanidad añade que el recuento global de contagios ya supera el millar.
Esto se traduce en cada vez más zonas con limitación de movilidad, cierre de bares de forma permanente o a una determinada hora y hasta la posibilidad de un toque de queda a medianoche. Todo ha cambiado tanto que casi no nos lo creemos, pero seguimos fantaseando con la posibilidad de que se termine ya y vuelva la normalidad tal como la entendíamos y con ello las ganas de escapar y de hacer nuevos viajes que se han visto aplazados. La pandemia ha atado en corto a todos.
MÁS
Pero, ¿cómo será viajar después del coronavirus? Todos queremos saber esa respuesta y, aunque nadie nos la puede resolver a ciencia cierta, sí que los expertos coinciden en que las cosas no van a ser cómo las entendíamos antes.

El descubrimiento de los destinos cercanos
Por lo pronto y aunque no seamos del todo conscientes, se ha producido un cambio en nosotros y eso se nota también en nuestros planes. Después del encierro y de las limitaciones de contacto y de movimiento, parece que ahora nos llena más la posibilidad de descubrir destinos cercanos, la vida en el campo o de tratar de evitar aglomeraciones y las grandes ciudades. No entra tanto en nuestros planes un destino de resort tipo Caribe o los clásicos de Asia como Tailandia o Bali.
Hasta que no aparezca una vacuna esto será así por el miedo al contagio y, de todas formas aunque quisiésemos, muchos de esos países a los que nos gustaba viajar han instalado restricciones de acceso para los extranjeros. Por lo que parece que tocará guardar el pasaporte en un cajón durante un tiempo largo.
Sin embargo, los límites que se nos han puesto y la sola idea de un confinamiento permanente nos han hecho valorar los detalles más pequeños. El placer de cenar en una terraza en la calle o de viajar a una hora de distancia a un pueblo con encanto, ganan adeptos, frente a los vuelos con escalas y las escapadas de kilómetros y kilómetros mucho más lejos.
Viajes más planeados y menos frecuentes
Si antes de que llegara la pandemia, éramos de los que teníamos el mes lleno de notas con escapadas planeadas para alegrarnos la rutina, seguramente que ese pensamiento también haya cambiado en este tiempo. Los más trotamundos se han visto atados (como todos) y, aunque no van a renunciar a su deseo por salir fuera, ahora se pensarán más la lista de destinos, planearán más sus viajes y analizarán más los pros y contras de unos y otros.
Si el mundo vuelve a parecerse a los días prepandémicos, los expertos aseguran que los viajes tendrán un mayor significado. No se viajará por viajar y se evitará el turismo de masas. También según Bruce Poon Tip, autor de 'Unlearn: The Year the Earth Stood Still' y fundador de la empresa de viajes G Adventures, que no solo volveremos a viajar, sino que lo haremos mejor. En su opinión "esta pausa nos regala tiempo para reflexionar sobre cómo viajar de forma más consciente".
De esta forma se cree que se diversificarán más los destinos y que no iremos solo 'a lo que se pone de moda', simplemente por tener luego nuestra foto en ese sitio subida en las redes.

Los viajes por carretera en alza
Ya se ha podido ver durante este verano que el negocio de los coches de alquiler se ha disparado. Según las cifras que manejan portales como Rastreator y Rentalcars las reservas de coches de alquiler han incrementado en un 38,5% en comparación con la época estival del año pasado. Esto muestra que sí se ha viajado, pero que ha tirado más la posibilidad de hacer road trips por carretera que la idea de cogerse un avión o cualquier otro transporte público.
Este nuevo tiempo parece que también tendrá otro caballo ganador: las autocaravanas, una posibilidad de viajar y de mantener cierto distanciamiento social al no compartir espacios comunes como sí se hace en un hotel o apartamento. De hecho, ha sido uno de los principales reclamos de este verano por la gracia de que con ellas se puede pasar el día y la noche donde uno quiere sin necesidad de que esto sea en un camping. La curiosidad, explorar lo nuevo y el buscar destinos improvisados parece que es la tendencia que se manejará en viajes más a nivel particular y sobre ruedas.
Turismo más responsable
Un aspecto positivo de la pandemia que resalta la autora Elizabeth Becker, autora de 'Overbooked: The Exploding Business of Travel and Tourism' es que al tener menos margen para ir de turistas por el mundo, se piensa que cuando se pueda volver a 'viajar después de la era covid' todos habremos adoptado un papel más de "ciudadanos preocupados".

Esto se verá desde con la higiene personal hasta con el cuidado de los lugares a los que se irá. Habrá menos interés con viajar a lugares abarrotados y se tratará de preservar otros que han sufrido los problemas del turismo masificado. ¿Dejaremos entonces de ver grupos y grupos que se amontonan con cámaras de fotos por las calles de Venecia? Parece ser que, tal vez porque habremos cambiado y eso será lo único bueno que nos deja la pandemia.
¿Fin del turismo de selfie?
La moda por el disfrute de lo inmediato es lo que ha primado hasta ahora. Hay muchos lugares para visitar antes de morir, pero a veces por empeñarnos en cumplir esa lista que es muy top para unos, nos hemos estamos perdiendo otros maravillosos lugares recónditos y, lo que es peor estamos dejando un impacto medioambiental que difícilmente será reversible.
Hasta la llegada del covid todos querían ver las playas de Tailandia y como ese destino otros muchos que son como la 'gallina de los huevos de oro' y que habrá un momento en que no podrán soportar la explotación con tal de que nos hagamos allí selfies. La buena noticia es que tras la pandemia parece que la distancia social se mantendrá y los expertos creen que buscaremos destinos menos turísticos.