Vientre plano en cuarentena: poner a punto los abdominales con estos ejercicios es muy fácil


¡Ejercita tus abdominales con estos ejercicios!
No hay más clave que una dieta sana, constancia y ejercicio
Ay, el drama del vientre plano: uno de tantos estándares de belleza inalcanzables para muchas mujeres. Salvo que tu constitución lo permita, no hay manera natural de conseguir el estómago de un anuncio de yogures. Lo que sí se puede es mejorar la dieta y trabajar la zona abdominal, para endurecer el estómago y reducir la grasa en esa parte del cuerpo.

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A trabajar
Ahora que las redes están inundadas con tutoriales con distintos tipos de ejercicios, parece un buen momento para iniciarse en el mundillo de los abdominales. Para los que te proponemos aquí, solo necesitarás ropa cómoda y un par de metros cuadrados despejados. Si puedes conseguir una esterilla, mejor, pero si no, con unas toallas en el suelo basta.
Haz acopio de agua y prepárate para trabajar con esta tabla de ejercicios: deberás repetir cada uno durante treinta segundos, e ir aumentando las repeticiones conforme notes tu cuerpo. Lo ideal es que el primer día hagas uno cada vez (si tu forma física lo permite, repite la tabla una segunda vez) y que vayas aumentando la frecuencia con el paso de los días.
Y por favor, nada de dietas milagrosas con las que pierdes cinco kilos en tres días luego vuelven de golpe duplicados y tienen un impacto muy negativo en nuestra salud. El mejor trabajo necesita constancia y reducir los alimentos ultraprocesados, como la bollería industrial o los snacks. Este aviso también se aplica a las barritas que prometen el cielo, las pastillas que te prometen perder cuarenta kilos en dos semanas y los tés detox, que tienen un efecto terrible en tu aparato digestivo. Milagros, a Lourdes.

Algunos ejercicios
Dicho esto, pongámonos manos a la obra. La idea es trabajar los músculos abdominales superiores, inferiores y laterales, para darles forma y mejorar nuestra resistencia, fuerza y flexibilidad en esa zona. En todos ellos es fundamental controlar la respiración, acompasándola a los distintos movimientos.
Plancha superman: ponte en plancha sobre la esterilla, apoyándote con los codos (no dejes que estos sobrepasen a tus hombros) y las punteras de tus pies. Mantén la espalda recta y sube un brazo y la pierna opuesta, intentando que queden en línea con tu columna. Con este ejercicio trabajarás el torso, los hombros y el equilibrio.

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Elevaciones de rodilla: ponte de pie, ¡y salta! El mecanismo para este ejercicio es sencillo: de pie, levanta una rodilla hasta tu pecho y eleva la mano contraria ligeramente, como si estuvieses corriendo. La idea es aumentar la frecuencia e intensidad de este ejercicio (con el que trabajarás los abdominales y la cadera) conforme van pasando los segundos.
Plancha: este ejercicio es sencillo, pero también muy completo. Ponte sobre la esterilla y apóyate sobre los codos, que deberán estar en paralelo a tus hombros. Después, estira las piernas y apoya las punteras en el suelo, tratando de mantener la espalda lo más recta posible. Mantente quieto mientras tensas el abdomen y el culo.
Giro ruso: para este ejercicio puedes usar peso o no, depende de cómo responda tu cuerpo. Siéntate sobre la esterilla y eleva ligeramente las rodillas, formando un ángulo abierto entre tu cadera y tus pies. Une las punteras y echa la espalda ligeramente hacia atrás, pero mantenla recta. No dejes caer el cuello y une tus dos manos (en caso de que lleves peso, sujeta el objeto) estirando los brazos: desde ahí, y sin mover el tronco inferior, gírate hacia ambos lados. Lleva tus manos a un lado de tu cadera y luego hacia la otra. Si estás haciendo bien el ejercicio, notarás un ligero tirón en los abdominales laterales.

Abdominales crunch: esta nos la sabemos todos. Apoya las plantas de los pies y el culo en el suelo, con las rodillas en alto, pon tus manos en las sienes y elévate ligeramente hacia adelante. No dejes caer el cuello ni lo fuerces: puedes mirar un punto fijo en el techo y no retirar la vista mientras haces el ejercicio.

Escaladores: túmbate sobre la esterilla y apóyate sobre la punta de tus pies y la palma de tus manos, que deberán estar en línea recta con tus hombros. Haz fuerza con los brazos, no con los hombros y, desde ahí, con la espalda recta, lleva tus rodillas hasta el hombro, como si quisieras tocarlo.