Cómo saber si te puedes beber la botella que le regalaron a tu madre cuando naciste

yasss.es
11/10/201817:46 h.Saca el dedo y ponte a medir
El truco más fácil y rápido es ponerte a mirar la distancia que hay entre la botella y el corcho. Normalmente tiene que haber una separación de medio centímetro, más o menos (milímetro arriba, milímetro abajo). Si hay más, es porque probablemente el vino se haya oxidado, evaporado o filtrado a través del corcho. Un truco por si no tienes muy buen ojo y tampoco un metro a mano o un dedo demasiado gordo que no te valga de medidor es sacar una botella nueva de vino que tengas por casa. Y comparar.
Sospecha si la has tenido al sol o de pie
La mejor forma de conservar una botella es en un lugar sin luz, húmedo y en posición horizontal. Si no cumple estas premisas, lo más probable es que cuando la vayas a beber te sepa agria y se haya pasado. Tampoco ayuda si le has dado algún que otro golpe, eso afecta también a su conservación.
Observa las posibles roturas
El corcho o la propia botella pueden haber tenido roturas o puntos de fuga. Si eso ha ocurrido, es probable que la botella se haya puesto mala. Hay que recordar que cualquier entrada de oxígeno en la botella hará que las bacterias que tiene el vino hagan que lentamente se oxide el alcohol, transformándolo en ácido acético y en acetato de etilo, lo que da el característico olor a vinagre.
Analiza la pinta del vino
Cuando algo tiene mala pinta o huele mal, no hay casi lugar a dudas: está malo. Con el vino pasa un poco igual. Para saber si el vino está bebible o no, echa un poco en una copa. Si el líquido está como turbio, sin brillo, y tiene una capa de algo rara en la superficie cuando dejamos la copa quieta y a la luz, mejor tira la botella.

El olor no engaña
Todos sabemos cómo huele el vino, y que además es un olor que no desagrada a nadie (más bien todo lo contrario). Si de repente te viene un hedor rarito de manzana podrida, nuez, pegamento, quitaesmalte o laca, eso no se puede beber.
El capullo de la botella es tu amigo
El precinto que ponen a las botellas en el cuello es bastante útil, y nos puede decir con tan solo apretar la parte superior si aquello puede estar malo. El 'abombamiento' es aire entre ella y el corcho. Si se vuelve hacia dentro, sospecha. Si el tapón de corcho se percibe saliente, sospecha también.

Echa cuentas
En principio un vino bien conservado tarda mucho tiempo en ponerse malo, pero si es joven o crianza y el año de la cosecha es superior a los cinco o seis años desde el presente la cosa cambia. La razón es que el cierre de estas botellas no está en muchos casos pensado para largos periodos de tiempo, y puede haber una fuga de aire.