Desengarcharse de las redes sociales es fácil con fuerza de voluntad y constancia


El uso prolongado de las redes sociales al día está relacionado con la ansiedad y depresión
Es muy importante que asumas tu adicción a las RRSS para dar el paso y conseguir desengancharte de ellas
Sumidos en plena cuarentena, nuestras únicas distracciones -más allá del aplauso de las ocho-, son: leer, ver series y películas, hacer deporte o intentarlo, comer sin parar, tomar el sol -si tienes la suerte de tener terraza o jardín- y por supuesto estar aferrados a nuestro apreciadísimo teléfono móvil.
Por supuesto hay que dejar constancia, a través de las redes sociales, de cómo estamos sobrellevando el confinamiento -lo de bombardear a stories y saturar el feed de Instagram aceptando challenges es bastante discutible-. Y qué mejor forma que con el móvil en la mano… ¡STOP!
MÁS
¿No te has dado cuenta de que pasas la mayor del tiempo del día con el móvil? Seguramente mientras estás leyendo, viendo una serie o haciendo deporte, lo tienes cerca para consultarlo continuamente y no perderte ni una sola actualización de tus contactos, ya que no puedes vivir sin móvil y mucho menos vivir sin redes sociales.
¿Qué son las redes sociales?
Una red social se define como un conjunto de personas unidas entre sí, por una serie de vínculos: profesional, familiar, amistoso…
Aplicaciones como Facebook, Instagram o Twitter, entre muchas otras, han sido las encargadas de que ese conjunto de personas se encuentre en un entorno virtual, dando lugar a los sitios web conformados por comunidades de usuarios que tienen cosas en común.
Y es que la finalidad de las RRSS es facilitar la comunicación entre las personas -a través del intercambio de contenido- y ampliar su red, conociendo a gente nueva. Es decir, conectar a los usuarios en el mundo virtual.

Siendo múltiples las formas en las que nos relacionarnos a través de ellas y con una finalidad clara en cada una de ellas: mostrando tu trabajo a través de LinkedIn; alardeando de familia molona en Facebook; postureando de tus escapadas y de tus avances en el gym en Instagarm; 'hateando' absolutamente todo en Twitter o buscando el ansiado match con tu crush en Tinder.
Hasta aquí todo bien, pero diversos estudios que analizan la manera en que las redes sociales afectan a nuestro comportamiento concluyen que, su uso excesivo contribuye a aumentar el estrés y a la sensación de soledad, además de disminuir el sentimiento de felicidad. Incluso, algunos relacionan la adicción que las RRSS nos conllevan, con una baja autoestima. Así que si eres de los que compara su vida con el aparentemente apasionante día a día de sus seguidores -la mayoría de las veces impostado o fruto de un compromiso una marca-, deja de lamentarte y ese tiempo que malgastas haciendo scroll, dedícalo a enriquecer tu vida.

Desengancharse de las RRSS es posible
Una vez que ya eres consciente de que pasas demasiado tiempo consultado las redes sociales, teléfono en mano, es el momento de que hagas un ejercicio de autocrítica -te sobra tiempo, así que no te excuses- y tomes de una vez la decisión de apartarte de tu móvil, en la medida de lo posible. En Yasss te damos las claves para que lo logres… ¡Guarda tuit!
- Silencia las notificaciones: Evita ese gesto sistemático de aferrarte al smarthphone cada vez que escuches una notificación o se ilumine la pantalla, desactivando todas las notificaciones. En tres palabras: MUTE MODO ON.
- Limita el tiempo que pasas en las redes: No solo sirve que tengas silenciadas las notificaciones, también debes reducir las veces que consultas las RRSS y limitar el tiempo que pasas en ellas. Para ello hay aplicaciones que te ayudarán a conseguirlo – Spyzie, App Detox, Freedom…-.
- Mantelo alejado y concéntrate en lo que hagas: Si estás leyendo, estás leyendo. Si estás viendo una serie, estás viendo una serie. Si estás estudiando, estás estudiando. Basta de distraerte continuamente y céntrate en la tarea que estés desempeñando, para ello déjalo en otra habitación y evita la tentación de recurrir a él.

- Cómprate un despertador: Con la excusa de activar/desactivar la alarma cada noche/mañana, consultar el móvil es lo primero que haces. Para acabar con esta enfermiza rutina, delega esta función en un despertador de los de toda la vida.
- Reduce el postureo: Relájate y deja de mostrar al mundo tu día a día a través de fotos y vídeos. Es esencial que disfrutes del momento, sin preocuparte en inmortalizarlo para compartirlo. Repite en alto: 'Adiós postureo, hola vida real'.

Ahora que sabes que reducir el uso de las redes sociales -y del teléfono móvil- es posible, solo depende de ti… ¡Con fuerza de voluntad y constancia lo conseguirás!
¡Muy importante! No permitas que el número de likes y followers o el feed de los demás, influyan en tu autoestima, no tiene sentido. Y Recuerda despegar con mayor frecuencia la vista de tu smartphone, para dedicarte más tiempo a ti mismo, a disfrutar de lo que te rodea y de aquellos que te rodean.