El virus del papiloma humano en hombres es más peligroso de lo que piensas: así debes protegerte


En los hombres, el VPH puede ser latente y no manifestarse. Sigue siendo igual de peligroso, ya que pueden contagiarlo a sus parejas sexuales
Tanto las vacunas como el preservativo ayudan a protegernos del contagio
En los buenos revolcones, los amantes saldan sus salseos y sus polvos sin ningún bicho anidando en la sangre o en las partes pudendas, con toda la protección en su sitio. Si no es el caso, uno acaba conociendo a sus amigas las ETS y ese picor, ese picor tan gustoso, ese delirio de fuego, esas visitas con culpa a la farmacia para pedir ayuda. Lejos de hacer chistes malos, conviene tener muy en cuenta una de estas enfermedades de transmisión sexual: el VPH, quizá una de las más desconocidas y frecuentes de todas las que podemos pillar si no andamos con ojo y nos protegemos durante el sexo.
Según la OMS, aproximadamente un 80% de las personas sexualmente activas del planeta tendrán contacto con el virus en algún momento de sus coyundas.
MÁS
Hoy te hablamos un poco de esta criaturita de fauces muy sexuales: qué es, cómo se contagia y cuáles son las alternativas que tienes para curarte de su influjo maligno o evitar pasárselo a otr_s (y decimos bien, porque no es ninguna broma).
¿Qué es el virus del papiloma humano y cómo se transmite?
Una enfermedad de transmisión sexual que causa algún tipo de infección. A día de hoy, ya hay más de 200 serotipos distintos de VPH identificados; hasta 40 son capaces de infectar las mucosas genitales de las mujeres y los hombres. Cuatro tipos de VPH son oncogénicos; variantes de alto riesgo precursoras del cáncer de cuello de útero que hay que combatir como una plaga bíblica, hacer la señal de la cruz y ponerse a salvo.

La forma de cogerlo es el combo clásico de los que no se protegen bien en la cama, así les apunten con un taser policial: pasar del preservativo (o de otro tipo de protección) y tener contacto vaginal, oral o anal con otra persona, que puede ser portadora o no. Si tu pareja de catre o tu lo tenéis, solo hay que sumar dos más dos y esperar a que se transmita.
Los contagios más frecuentes se dan por cuatro factores típicos: relaciones sexuales precoces, mantener múltiples parejas, tabaquismo y un sistema inmunológico débil.
Se puede contagiar
La desigualdad genética también reparte sus cartas aquí, por desgracia. En el caso de ellos, pueden preocuparse mucho menos que ellas de las graves consecuencias para su salud. Se manifiestan en forma de molestas verrugas genitales (los serotipos 6 y 12). Nada más grave que una infección benigna, que suele desaparecer por sí sola pasado un tiempo. Hay muy pocos casos de cáncer de pene o de ano en hombres.

El hecho de que los hombres sufran poco las consecuencias del VPH no les exime su responsabilidad en materia de protección sexual. Una cosa es conversar con esa verruga que te ha salido en el pene y solicitarle consejo, y otra muy distinta no tener cuidado con ir esparciendo tu semilla radiactiva por los bares de carretera y los aparcamientos. Sí, ellos también son portadores y contagiadores de la criatura, y a menudo ahí está el problema. Una verruga simpática para él, un cáncer de cuello de útero o una displasia para ella.

De hecho, la cosa tiene su trampa. Un buen número de serotipos oncogénicos distintos del VPH permanecen ocultos en las células de los hombres y no se manifiestan físicamente. Como en el Covid, el mundo está lleno de asintomáticos que andan libres y despistados con el virus celebrando una fiesta a nivel intracelular. Ya ni siquiera hay una verruga que indique su presencia, pero sí la capacidad de hacer el mal y esparcirlo en los cuerpos ajenos.
Cómo tratar el virus del papiloma humano
Utilizar preservativos reduce en un buen porcentaje la posibilidad de contraer el VPH, aunque no totalmente. Ninguna medida de protección sexual es cien por cien segura. Existen, por supuesto, algunas vacunas, como la Gardasil, para prevenir la infección, pero hay que ponérselas antes de mantener relaciones sexuales con nuestra pareja. Es muy recomendable para hombres que mantengan relaciones con otros hombres o sean portadores del VIH.

La detección del virus en los hombres se hace mediante un hisopado uretral en el glande. El urólogo tomará una muestra de las células y las enviará al laboratorio para analizarlas con la tecnología de PCR y poder detectar alguno de los serotipos del virus: tanto los benignos como los malignos. A día de hoy, no hay ningún tratamiento para curar el virus. Solo la propia inmunidad puede acabar con él de forma natural. El tratamiento de las verrugas se suele hacer mediante la extirpación, y no es grave ni tiene mayores complicaciones para la salud.

Cuando un hombre es portador del VPH (o sospecha que podría serlo) debería hablar inmediatamente con sus parejas sexuales para advertirles de la situación. Es una medida de protección sexual básica y una información que tanto ellos como ellas merecen conocer.