"WhatsApp me provoca ansiedad": cómo distanciarte psicológicamente de tus conversaciones

WhatsApp y otras redes sociales son aplicaciones geniales para seguir en contacto con gente que no ves frecuentemente
Muchas veces abusamos de las aplicaciones y nos obsesionamos con ellas, desarrollando una adicción
Aquí tienes unos consejos que puedes poner en práctica para desintoxicarte de WhatsApp
WhatsApp es una aplicación fantástica para mantener el contacto con ese amigo que vive en la otra punta del mundo, para estar al día con tu grupo de colegas de la universidad o simplemente para pasar el rato charlando con tu familia, tu pareja o tu nuevo ligue de Tinder.
El problema es que a veces hacemos un uso indebido de esta herramienta social y nos obsesionamos demasiado. Esto es lo que le sucede a Patricia, una chica de 24 años que se pasa el día entero revisando las notificaciones de WhatsApp. Hoy de la mano de su testimonio vamos a aprender cómo distanciarnos psicológicamente de nuestras conversaciones.
MÁS
Patricia (24 años): "Estoy obsesionada con las conversaciones de WhatsApp"
No sé qué me pasa, que desde hace un tiempo estoy obsesionada con las conversaciones de WhatsApp. Es difícil de explicar y no sé si le pasará a más gente, yo creo que sí, pero es como que tengo la necesidad de estar todo el día activa y pendiente.
Estoy a todas horas hablando con amigos y por los grupos para mantenerme ocupada, y cuando alguien tarda en contestar o no se ríe ante algún comentario, lo que se me viene a la cabeza es que esa persona está enfadada conmigo y que me voy a quedar sola.

Creo que la raíz del problema es mi miedo al rechazo de mis amigos. Soy muy afortunada y jamás he tenido ningún problema (alguna discusión tonta pero como todos). Me apoyan, me escuchan y están ahí cuando les necesito, y eso aumenta mi ansiedad porque me da miedo agobiarles con tanto mensaje y tanta exigencia.
Al final me paso el día entero mirando el móvil, desbloqueándolo una y otra vez y entrando constantemente al WhatsApp por si no me llegan las notificaciones bien. No mola nada estar así.
Tú vs. WhatsApp: ¿quién controla a quién?
Si te has sentido identificado con el testimonio de Patricia, hay algunas señales de alerta que pueden indicar que estás obsesionado con el WhatsApp:
- Estás constantemente revisando las conversaciones.
- Tienes la necesidad de mantener el contacto con todo el mundo, incluso con personas que no te caen del todo bien o con las que apenas tienes relación, solo para “no caer en el olvido”.
- Cuando alguien tarda en responder, te pones muy nervioso.
- Si además de tardar te dejan en leído, la ansiedad te desborda. Empiezas a montarte paranoias y te autoconvences de que la persona con la que hablas está enfadada contigo.
- Te da miedo parecer pesado y gestionas esa preocupación hablando más y más con la gente.
- En los grupos de WhatsApp eres el que mas habla sin duda alguna.
- Cuando alguien te escribes, contestas al segundo.
- Te cuesta ir al cine o a algún evento en el que no puedes mirar el móvil. A veces incluso vas al baño o sacas el teléfono durante la película para poder revisar tus notificaciones.
- Has intentado dejar tu adicción al WhatsApp alguna vez, pero siempre acabas volviendo a los viejos hábitos.
- Alguna vez te han dicho que pasas demasiado tiempo mirando el móvil y que deberías dejarlo de lado.
Si cumples la mayoría de los puntos, es hora de que te distancias de WhatsApp. La pregunta es, ¿cómo?

Cómo desintoxicarte de WhatsApp
Este proceso no es fácil, ya que la mayoría de la gente usa WhatsApp a diario y su abuso está totalmente normalizado. Ahora tienes que centrarte en ti y no en lo que hace o deja de hacer el resto, ya que es tu salud psicológica la que está en riesgo. ¡Es el momento de poner fin a esta obsesión y vamos a contarte cómo!
- Realiza un autorregistro
El primer paso es saber cuánto tiempo te consume WhatsApp. La mayoría de teléfonos tienen integrada una función que te dice el tiempo que pasas en cada aplicación, pero si tu móvil no la tiene, puedes descargarte una.
El objetivo es averiguar cuántos minutos u horas al día pasas releyendo las conversaciones y hablando con la gente, y lo bueno de estas aplicaciones es que te dan datos exactos. Apúntalo, es tu línea base.
- Ponte unos objetivos
Ahora que sabes cuáles son las cifras iniciales, debes definir unas cifras objetivo. No te pongas una meta final, porque es posible fracasar por el camino y sentirte desbordado. Mejor establecer varias pequeñas submetas que serán más fáciles de cumplir.
Si pasas 5 horas mirando el WhatsApp, proponte bajar a 4 durante el primer mes de desintoxicación. Después a 3 y así progresivamente. Los avances lentos son más fáciles de conseguir.
- Prémiate cuando los cumples
Cuando consigas cumplir estos objetivos, por pequeños que sean, date un premio. Queda con tus amigos, sal de cañas, cómprate algún capricho o simplemente disfruta de la sensación de estar mejorando tu bienestar psicológico.
- Analiza tus fallos
Habrá momentos en los que flaquearemos porque somos humanos y errar es totalmente normal. No te martirices por ello. Lo mejor que puedes hacer es analizar por qué has vuelto a tus viejos hábitos. ¿Estabas nervioso por algo en concreto? ¿Sueles recaer cuando hablas con una persona en especial? Descubre tus patrones de consumo de WhatsApp para poder hacerles frente.
- Si todo funciona, corta por lo sano y pide ayuda profesional
Si pese a todo no eres capaz de desengancharte, prueba a desinstalar la aplicación durante unas semanas. Háblalo con tus amigos y explícales cómo te sienten, lo entenderán.
También puede ser beneficioso para ti pedir ayuda profesional a un psicólogo. Aunque no lo creas, cada vez estamos más acostumbrados a estos casos y podemos proporcionarte las herramientas para desintoxicarte de las redes sociales. Eso sí, dar el primer paso y buscar apoyo es responsabilidad tuya.