El pasado 28 de agosto nos sorprendía la noticia de la muerte de Chadwick Boseman, el actor estadounidense que interpretó a Black Panther en el Universo Cinematográfico Marvel. Después de sufrir un cáncer colorrectal que le habían diagnosticado en 2016, falleció tras sufrir complicaciones de su enfermedad. Tan solo unos meses antes, Boseman había sido noticia por su "impresionante cambio físico" al mostrarse públicamente demasiado delgado, hecho que suscitó mucha preocupación por un lado, pero también muchos memes sobre el bocadillo de cocido que le hacía falta. En aquel momento no se sabía nada sobre su estado de salud.

Con la triste noticia de su muerte y el motivo de la misma, algunas personas quisieron aprovechar para recordar que no debemos hablar del físico de los demás, sean famosos o no, puesto que no sabemos lo que hay detrás de estos cambios.

Parecía que el toque de atención había sido entendido y que, después del bofetón de realidad que había supuesto el fallecimiento de un actor tan querido, habría quedado claro que es ridículo centrarse en el aspecto físico de una persona obviando cualquier otro aspecto de ella. El actor de 'Black Panther' no mostró su físico para hablar de su delgadez, sino para homenajear al deportista Jackie Robinson, primer afroamericano en jugar en las ligas mayores de baseball en EEUU. A nadie le importó eso, la noticia fue que su cuerpo había cambiado.

Algo parecido ha ocurrido en varias ocasiones con la cantante Adele. Saltó a la fama por su impresionante voz cuando estaba gorda, y como nunca ha sido muy dada a la exposición pública, un día, de repente, apareció delgada. ¡La noticia del año!

En el caso de Adele, su cambio se debe a una combinación de ejercicio y dieta, según ella misma aclaró. La autora de 'Someone like you' tampoco ha querido darle demasiado bombo a su físico, sin embargo, tanto medios de comunicación como redes sociales enloquecieron cuando, el pasado mes de mayo, publicó una foto en su cuenta de Instagram con un precioso vestido negro que realzaba su nueva figura.

"Se asombran quienes quizás nunca fueron capaces de reconocer la objetiva belleza (todo lo objetiva que puede ser la belleza) de una mujer que siempre ha sido guapa y estilosa. Parece que hasta ahora, hasta que su cuerpo no ha alcanzado unas determinadas dimensiones y formas, no se merecía del todo el piropo", escribía Enrique F. Aparicio sobre las alabanzas a su proeza cargadas de gordofobia. Ahora sí, ahora Adele ya estaba GUAPA, IMPRESIONANTE; delgada, al fin y al cabo.

Algunas personas que adelgazan comentan situaciones parecidas. Lo primero que le dice la gente al notar el cambio es que está más guapa o que está mejor. Pero lo que sienten esas personas que han perdido peso es que si ahora están bien, antes estaban mal, desarrollando progresivamente un miedo a engordar o, perdón por repetir el término, gordofobia.

De nuevo, los comentarios y las opiniones de los demás, nunca solicitadas, se convierten en un problema para aquellas personas que están experimentando cambios en su físico, independientemente de que estos se hayan producido de forma inesperada (por una enfermedad) o deliberada.

Así de fácil: si al adelgazar eres aplaudida, al engordar eres, como mínimo, criticada. Por no decir insultada o humillada. Tan solo un día después del fallecimiento de Chadwick Boseman, la artista colombiana Karol G decidió hablar después de aguantar durante semanas comentarios negativos sobre su cuerpo.

Evidentemente, nadie tiene que justificar los cambios de su cuerpo, que se deben a muy diferentes causas y, a veces, quien los experimenta ni siquiera sabe qué le puede estar pasando o, mejor todavía, ni siquiera le importa. Sin embargo, la cantante decía así: "en mi cuarentena, en mi caso particular, yo me la he pasado come, que come, que come [...] entonces yo ya sé que voy a salir de aquí subida de kilos".

Karol G da con la clave en este asunto en su vídeo: "Le pido de favor que no vaya a hacer ningún comentario en relación a mi peso [...] Yo aquí en mi casa tengo espejos, y yo me veo todos los días, y sé que estoy divina, regia, espectacular y gorda también".

La cantante explica perfectamente por qué no tiene ningún sentido hablar del físico de los demás. Las personas ya son conscientes de que han cambiado. Si adelgazas o engordas, el primero que se da cuenta eres tú mismo, es ridículo pensar que alguien no es consciente de que ha engordado 10 kilos o ha adelgazado 20. Por lo tanto, cualquier comentario sobre el físico de otra persona es innecesario.