La Pringada ha vuelto a por la pelea física con JPelirrojo: "Eres tonto, tonto"

La Pringada ha vuelto... a por la pelea física con JPelirrojo
yasss.es
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El odio que Soy una pringada siente por el youtuber JPelirrojo la está consumiendo. Metafóricamente hablando, claro, porque...

No es la primera vez que la Pringada odia a JPelirrojo y no nos pilla por sorpresa su vídeo, ¡pero nos encanta! Porque al margen de que estemos de acuerdo o no con esta feud de Youtube (es que eso, realmente, es lo de menos), disfrutamos de un buen despelleje, qué le vamos a hacer.

Hay tantísimo que odiar de JPelirrojo

Ella habla con conocimiento de causa, ella ha estudiado al personaje, se ha hecho cursos. Esty lleva años siguiendo a esta estrella pelirroja de internet, y confiesa que hace años incluso le gustaba. PERO. Y aquí empieza ya el salseo:

Soy una pringada no soporta que JPelirrojo vaya de tío que no quiere encajar en los cánones y luego presuma de tabletita de chocolate cuando se apunta al gimnasio. Y que sea el típico cuñado que tenga que decir que las mujeres está oprimidas porque se maquillan, cuando el maquillaje de la mujer y la tableta de chocolate de los hombres... ¡son parte de los mismos cánones!

Soy una pringada no soporta que JPelirrojo y su hermano sean cantantes. Y que sus canciones hablen de perseguir tus sueños cuando él, según la Pringada, es un fracaso en Youtube. Porque Esty también es estadista y se hace sus divisiones entre el número de suscriptores y las visitas de los vídeos que sube y le sale que solo el 8% de su público ve realmente sus vídeos.

Soy una pringada no soporta cómo JPelirrojo trata a la gente, porque, según se puede ver en los daily-vídeos del youtuber, se dedica a decirle a los demás lo que tienen que hacer y a desacreditar aquello que a él no le gusta.

Vamos, que según Esty, a este muchacho no hay por dónde cogerlo, ¡y es pelirrojo, encima!

Pelea física no, pero lo que sí que quiere Soy una pringada es apuntarse a una clase de pre-paracaidismo impartida por JPelirrojo, que consiste en meterse en un tubo de viento y que el youtuber te enseñe a volar, esta vez sí, literalmente. Para conseguirlo, ha lanzando al aire la idea de hacer un minicrowfunding (es que la clase cuesta 350 pavazos) para tener a su odiada JPeligrosa a pocos centímetros de su cara. Nuestros mejores deseos para que consiga hacer realidad su sueño.