¡Cuidado con tus juguetes sexuales! No podrás viajar con ellos a ninguno de estos ocho países


Los motivos de estos países para prohibir juguetes sexuales obedecen a razones morales y religiosas
En algunos casos te llevarás una multa. En otros, penas de cárcel y castigos físicos
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Seguro que alguna vez has cruzado el arco de seguridad del aeropuerto pensando que iban a descubrirte con tu mejor amigo en la maleta. No mires para otro lado. Ahí llevas, escondido bajo un libro elevado de Milan Kundera, ese dildo raro entre raros al que le has contado que te busca la policía cuando sientes el peso del mundo sobre tus hombros. Deja de fingir que no sabes de lo que hablamos, tú, que siempre viajas en compañía del satisfyer último modelo al que le dices, guiñándole un ojo: ojalá te hubiera conocido antes de firmar una hipoteca con ese enano emocional.
Lo que queda ya lo conoces: los rayos X del control atravesarán tu maleta y el fornido hombre de seguridad te sonreirá cómplice, haciéndote saber que conoce tu pequeño secreto. Aquí no ha pasado nada. En otros territorios quizá te detengan, te pongan de cara a la pared y te veas, de pronto, al amparo de unas esposas. En pocos segundos, la autoridad competente te propondrá una de las actividades más eróticas del mundo: la cárcel.
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Hoy te hablamos de aquellos países donde está absolutamente prohibido transportar juguetes sexuales. ¿Has elegido ya el tuyo según tu signo?
Texas
En la mayoría de estados de EE.UU. es perfectamente legal comprar y poseer juguetes eróticos. En algunos casos, te encontrarás con reglas que parecen diseñadas por una mente amante de lo aleatorio. Texas, por ejemplo. Allí, poseer más de cinco juguetes sexuales está prohibido. Si te descubren, recibirás una sanción. Cuesta imaginarse a la policía del estado aporreando la puerta de tu casa para pedirte que saques a tus dildos con las manos en alto, pero en el país que ha tenido a un dictador con peluquín rubio como Trump a cargo de los destinos humanos, hasta lo inverosímil puede acabar siendo plausible.

India
Gracias a un sentido medieval del pudor y la moral, como también sucede en Egipto, llevar algún juguetito sexual inadecuado te convertiría automáticamente en el enemigo público número uno. Probablemente acabarías en uno de esos cuartitos donde un hombre con un guante de látex explora el fantástico vergel de tu sistema digestivo con su dedo índice. Muy recomendable evitar el picante la noche antes.

Tailandia
El decoro gobierna con mano de hierro las playas de arena fina de Tailandia, sus resorts y su cohorte de arrecifes para hacerte la foto de Instagram que te consagre como la criatura que eres: un imbé… una persona a la que le gusta la belleza. ¿Bañarte con un ron cola entre peces refulgentes? Check. ¿Probar las delicias locales y los masajes con final feliz a manos de un amable botones de hotel? Check. ¿Darte un ratito de autocuidado con tus bolas chinas? Me temo que no, queridx. La broma puede salirte por más de 50.000 baht, unos 1600 euros al cambio. De postre: penas de prisión de hasta tres años. Algo parecido a lo que ocurre en Malasia, donde también es completamente ilegal y lleva aparejado una buena multa.
Suiza

Es la “letra pequeña” la que manda en las prohibiciones eróticas del país del desfalco y las cuentas off shore. Vibradores o dildos, afirmativo, adelante con ello. Esposas, arneses, cuerdas, látigos o cualquier otro objeto que pueda ser usado para prácticas violentas, ni en tus mejores sueños. El sadomasoquismo es una práctica proscrita para las autoridades.
Vietnam
No sería raro que los responsables de la aduana te expliquen que tu vibrador, tus esposas o tu arnés te serán devueltos una vez abandones el país de vuelta a casa. Al menos allí son amables. Saben que el espíritu humano es falible y que nos abrazamos a cualquier objeto con tal de pasar mejor el trago de las noches de soledad.
Maldivas
Quizá en este territorio de espejismos, palmeras y felicidad el castigo no sea tan duro como en otros lugares, pero que te expulsen del país con la cara como un tomate (y con tu dildo preferido atado a la cabeza) sigue sin ser plato de gusto para nadie.
Arabia Saudí e Irán

En la primera manejan un concepto amplio de lo “pornográfico” y sus prohibiciones: cualquier objeto erótico que estés pensando en meter en la maleta. En el caso de Irán, la homosexualidad está penada con el castigo físico y la muerte, así que guárdate de llevar contigo ningún “amigo”, sea objeto o persona de compañía.