Penes grandes, deseo sexual y otros mitos sobre el sexo que no debes tener en cuenta jamás

El sexo es mucho más que la penetración y el orgasmo. Multitud de falsas creencias operan en torno a estos dos conceptos
La virginidad es otro de esos inventos que ni la medicina ni la ciencia respaldan
Otro de los mitos que ha sido desmentido es el que dice que los hombres siempre tienen ganas de sexo
El sexo, las relaciones y el deseo nunca han sido terreno inocente para el tabú y las prácticas a las que no nos atrevemos por miedo al qué dirán. Los seres humanos somos esponjas con capacidad de absorber información falsa y viralizarla en nuestro inconsciente. Predicamos ciertos mitos sin cuestionarlos, o caemos derrotados con tristeza ante ellos.
A menudo, si nadie nos saca del error, nos tragamos sin rechistar faroles sobre el tamaño ideal del pene, la depilación, el rendimiento sexual, el orgasmo y una larga cadena de falsas creencias que condicionan nuestra manera de intimar con otras personas y que hacen tanto daño nuestro deseo, a nuestra libertad y a nuestra autoestima. Estos son algunos de los mitos dañinos sobre la sexualidad en los que nunca deberías creer.
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Correrse sí o sí
“Si el chico no se corre, no disfruta”. “El orgasmo es la parte más importante del sexo”.
Siglos de educación coitocentrista, metesaca discursivo y cultura del porno han conseguido que muchas personas sigan concibiendo el acto sexual como una cadena de montaje en una fábrica donde lo único que importa es el final feliz. Falso de toda falsedad.

El sexo, la libido y el placer abarcan rincones y matices mucho más pequeños, o como decía el poema de Kavafis, “reza para que el camino a Ítaca sea largo”. A lo que nosotros añadimos: besa, charla, ríete con tu crush; acaricia, muerde, juguetea y no te preocupes tanto de los humores melancólicos y felices que brotan del cuerpo cuando el clímax llega.
Las mujeres tienen menos deseo sexual que los hombres, o viceversa
La primera persona que soltó este bulo entre homínidos racionales debería leer alguno de las decenas de estudios que han desmentido esta falsa creencia y, acto seguido, arrojarse a la jaula de los osos del zoo. Un estudio, fechado en 2014, prueba con multitud de datos la falsedad de ese aserto y demuestra que el deseo sexual es muy similar en ambos sexos.

La manera en que nos excitamos y deseamos hombres y mujeres no arroja ninguna diferencia significativa. "El deseo está presente en el ser humano, con más o menos intensidad, pero independientemente de que uno sea hombre o mujer", afirma la psicóloga Gloria Arancibia.
El chocolate es un sustituto del sexo
Sí, comerte una porción de tu tableta de chocolate favorita da mucho gustico, ¿pero puede llegar a sustituir el placer sexual? En este vídeo te lo explican perfectamente:

Hay que usar la técnica del reloj
‘Sex Education’ ha sido una de las ficciones que mejor ha tratado la cuestión de los falsos mitos sobre el sexo en sus sucesivas temporadas. En cada capítulo, los responsables suelen colocar a sus personajes en una situación embarazosa relacionada con algún mito (que la serie desmiente con mucho humor y pedagogía). El ejemplo perfecto es el capítulo en el que Otis se obsesiona con aprender la técnica del reloj (movimientos sexuales que imitan el movimiento de las manijas) para conseguir que una de sus parejas sexuales tenga un orgasmo.

“No podemos basar nuestras prácticas en lo que encontramos en Internet", afirma la sexóloga Mónica Gómez en Europa FM.
Si llevas tiempo sin mantener relaciones, no sientes tanto placer
Gómez desmiente este bulo con un ejemplo muy sencillo. Según la experta, el sexo es “como montar en bicicleta”. No se olvida nunca. Si llevamos tiempo sin mantener relaciones sexuales, es conveniente masturbarse, reactivar la autoerotización. “Debemos aprender sobre nuestro placer y el de nuestra pareja a partir de la autoexploración y la comunicación”.

Respecto al mito que predica que no debemos masturbarnos si tenemos pareja, la psicóloga es tajante: la masturbación es una técnica maravillosa para estimular el deseo hacia nuestrx compañerx.
Los penes grandes lo hacen mejor
Ha quedado demostrado por activa y por pasiva, con datos, carteles luminosos y hasta con el vuelo de las aves que asociar el tamaño del pene al rendimiento sexual forma parte de una cultura falocéntrica tóxica, hija primogénita del consumo de porno.

En suma, una falsa creencia que no se corresponde con la realidad: cualquier pene de tamaño estándar puede producir placer, y la adoración a los penes grandes es enteramente una cuestión personal (la de las personas a las que les gusten más). No hay ningún dato que avale la superioridad de unos tamaños frente a otros, y en ningún caso debe asociarse placer a penetración como única vía válida.
La virginidad existe y el himen se rompe siempre
Todo lo contrario. No solo no existe esa “pérdida de la virtud”, tampoco ni tiene ningún significado válido en la medicina y en la ciencia. En palabras de las sexólogas de Platanomelón, “la virginidad un constructo sociocultural trasnochado con importantes matices religiosos y culturales que reduce la sexualidad femenina a la penetración”.

Ocurre lo mismo con el falso mito del sangrado después de la rotura del himen. En determinadas relaciones sexuales con penetración puede suceder. En más del 44%, según estas expertas, no tiene por qué pasar.