Contra el coronavirus, gel, mascarilla y sexo: no mantener relaciones puede empeorar el sistema inmune


Las relaciones sexuales y su descarga hormonal mejoran nuestras defensas ante virus y bacterias.
Hasta que encontremos una vacuna para el coronavirus, una de las mejores formas de enfrentarte a él es el sexo. Sí, sí, como lees: las relaciones sexuales pueden ser tus aliadas contra este y muchos otros virus. Puede parecer una locura en plena pandemia y al ritmo de contagios que llevamos, pero lo cierto es que las relaciones y la masturbación son un fortalecedor del sistema inmune.
Glóbulos blancos y sexo
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Según muestran varios estudios, el sexo mejora el sistema inmune. Una de las hipótesis que se manejan es que, en el caso del sistema inmune femenino, esto ocurre para favorecer la contracepción. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Fertility and Sterility y llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Indiana liderado por Tierney Lorenz, la fertilidad mejora durante las relaciones sexuales, independientemente del momento del ciclo menstrual en el que se lleven a cabo.

Durante la investigación, los expertos descubrieron que las mujeres que practicaban sexo presentaban niveles más altos de las células T, que facilitan el embarazo, y una mejora del sistema inmune, para que la fecundación sea más sencilla. Otro estudio de la misma universidad, más reciente, mostraba una correlación entre los orgasmos y la cantidad de glóbulos blancos presentes en sangre. Según parece, la excitación, el clímax y la sucesión hormonal que les sigue hacen de nuestro cuerpo un espacio más efectivo a la hora de luchar contra los virus y bacterias.
Además, durante el sexo se liberan grandes dosis de oxitocina y dopamina. La primera es una hormona que funciona como mitigadora del dolor, entre otras muchas cosas, y la segunda estimula el sistema inmunológico y lo fortalece. Cuando ambas se juntan, reducen los niveles de cortisol, una hormona muy presente -y con cierta responsabilidad- en los episodios de estrés, ansiedad o angustia.
La excitación y las defensas
La masturbación y el sexo pueden ayudar a aliviar y prevenir el dolor. No solo mejoran el sistema inmune directamente, sino que favorecen el sueño reparador, tan importante para la salud y nuestras defensas.
Un estudio de la Clínica Universitaria de Essen, en Alemania, pidió a 11 personas que participasen en un estudio en el que se analizarían sus defensas antes y después de la masturbación. Los investigadores descubrieron que los voluntarios, a los que tomaron muestras cinco minutos antes y tres cuartos de hora después de un orgasmo autoinducido, tenían más glóbulos blancos después de la masturbación que antes.

Es decir, mostraba que la excitación y el orgasmo tenían un efecto directo sobre las defensas de los pacientes. Poco antes, el neurólogo Stefan Evers había dirigido un experimento con pacientes con migraña; para el 60% de los voluntarios, los dolores se redujeron después de mantener relaciones sexuales. La liberación de hormonas se traducía en una mitigación del dolor y la angustia. Vaya, mejor que cualquier ibuprofeno o paracetamol.
¿Qué pasa cuando no las tienes?
Ya hemos hablado de los beneficios del sexo, pero, ¿qué pasa en el cuerpo cuando no se mantienen relaciones? Según varios estudios, una persona sana que deja de tener relaciones sexuales puede sentir que su vitalidad se reduce, así como el ánimo (por las malditas endorfinas). Además, todo ello puede unirse a la frustración, dejando un cocktail Molotov listo para tirar a la cabeza de cualquiera.
Pero es que, además, puede que se reduzca tu presión arterial y que el sistema inmune se debilite, especialmente si lo comparas con la cantidad de glóbulos blancos que generas cuando sí tienes relaciones sexuales.
