Hay solución: una terapeuta sexual nos explica por qué tantas mujeres no llegan al orgasmo

Lucía H.
23/01/201910:24 h.Uno de los motivos más frecuentes por los cuales las chicas recurren a los sexólogos es por las dificultades que tienen a la hora de experimentar un orgasmo. Así que hemos hablado con Aida Valles, terapeuta sexual, para saber por qué este problema es tan común, cuáles son sus causas y qué hay que hacer para solucionarlo. Porque, en la mayoría de los casos, tiene solución.
Según el Según el 7º Barómetro de Control 2018 'Los jóvenes españoles y el sexo', 6 de cada 10 mujeres tienen dificultades para tener un orgasmo. La cifra es bastante llamativa. Más de la mitad de las mujeres mantienen relaciones sexuales pero no tienen orgasmos. Si bien es cierto que el orgasmo no debe de ser el único fin de un polvete, no tener uno puede llegar a ser bastante frustrante, tanto para las mujeres que no lo consiguen, porque se sienten culpables, como para sus parejas, que pueden volverse inseguras al creer que no lo están haciendo bien.

No tener un orgasmo en una relación sexual puntual es mucho más normal de lo que creemos. No debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, no tener un orgasmo en ninguna circustancia es un indicio de que algo no está yendo tan bien como debiera.
Y con las cifras en la mano quisimos hablar con Aida Valles, terapeuta sexual, sobre este tema. ¿Es normal que más de la mitad de las mujeres tengan problemas para llegar al orgasmo o estén preocupadas por ello? "La dificultad para llegar al orgasmo es el problema estrella que se trabaja en terapia sexual, en mi consulta las demandas por falta de orgasmo entre las mujeres es del 80% aproximadamente y por lo general en cualquier consulta suele ser el tema mas frecuente. Muchas mujeres acuden a consulta sintiéndose extrañas o creyendo que algo va mal con ellas mismas porque no tienen esos "orgasmos" que tanto salen en la tele", nos cuenta Aida.

Mis orgasmos no son como los de las películas
Es cierto que el orgasmo se ha mitificado demasiado, tanto en el cine, donde todos los encuentros suelen ser rápidos y siempre satisfactorios, como en el porno, donde las actrices fingen orgasmos continuos. Con esos referentes tan irreales las personas solemos creer que si a nosotros no nos pasa eso que hemos visto tantas veces es que no lo estamos haciendo bien.
"Siempre hay que analizar cada situación particular bien, puesto que muchas mujeres incluso están teniendo orgasmo (por lo general de baja intensidad) y no son conscientes de ello, ya que piensan que como cuando lo ven en una película o alguien lo describe es una sensación muy intensa (esto no es siempre asi ni mucho menos) o que hay que gritar y gemir y ellas no sienten esa necesidad, pues piensan que eso no es el orgasmo del que todo el mundo habla."

"Por otro lado", continúa Aida, "la falta de educación sexual y el coitocentrismo de nuestra sociedad, hace que las mujeres piensen que sus ritmos sexuales son iguales que los hombres, es decir, que en el mismo tiempo nosotras nos excitamos igual de rápido o tenemos la misma rapidez que ellos para alcanzar el orgasmo, y esto por lo general no es así. Las mujeres pueden tardar hasta 4 veces más que los hombres en alcanzar su punto máximo de excitación, y por tanto tardan mas en llegar al orgasmo".
Un error de base
Además de pensar que los orgasmos son como en las películas y creer que es lo único importante del acto sexual, muchas mujeres creen que la única manera de tener un orgasmo es con la penetración: "Pensar que el orgasmo depende de la penetración es un gran error, ya que solo el 30% de las mujeres alcanzan el orgasmo de esta forma, y siempre con la participación más directa o indirecta del clítoris, ya que si este no se estimula es bastante complicado desencadenarlo. Por lo que muchas mujeres, primero, no se dan el tiempo necesario para que su deseo y su placer vayan en aumento, y segundo, relegan mucho su placer en ellos y en la penetración, cuando otras prácticas como el sexo oral o la masturbación o el uso de algún juguete son más eficaces en nosotras."
Si tienes un problema, tienes (al menos) una solución
La buena noticia es que, al ser este uno de los problemas más comunes, también es uno de los más estudiados desde puntos de vista fisiológicos y psicológicos, y las sesiones de terapia sexual suelen ser efectivas.

Aida nos cuenta cómo funciona: "Para trabajarlo en terapia primero se le hace una entrevista a la paciente, para ver los posibles factores que pueden estar interviniendo en el problema. Los mas frecuentes son que no se sienten cómodas tocando su cuerpo, total desconocimiento de este porque nunca se han masturbado, prejuicios sobre la sexualidad, una educación muy restrictiva o religiosa sobre el sexo, baja autoestima, poca o nula educación sexual... En este caso, se le mandan ejercicios a la paciente de autoexploración, desde verse los genitales en un espejo a ejercicios de masturbación. Después se van incorporando estos ejercicios en pareja, se trata de enseñarle al otro cómo me gusta que me toquen."
Una de las circunstancias más curiosos: "Existen casos en los que la mujer consigue el orgasmo sola pero no en pareja, en este caso, se priorizan otras practicas que no sean solo la penetración, se trabaja mucho la concentración y la fantasía, ya que el problema está que las mujeres durante las relaciones sexuales nos ponemos a pensar en mil cosas que desconectan, por así decirlo, nuestro deseo".

La clave de la terapia para solucionar este tipo de problemas, según Aida Valles: "Aunque cada caso es único, los factores por lo general suelen ser similares, y la terapia suele ser muy eficaz, ya que quitamos la presión del orgasmo, le damos el valor que tiene, es decir, no es solo el final del encuentro sexual si no una parte de este, y le enseñamos a entregarse a las sensaciones y a la fantasía. Por último, enseñamos a tener paciencia con el cuerpo, en el momento que empezamos a pensar "no voy a llegar al orgasmo" el cuerpo se centra más en pensar en eso que en disfrutar y es cuando efectivamente no llegamos, esto pasa tanto en hombres como en mujeres, pero es verdad que en este sentido es bastante mas frecuente en nosotras".