Fingir orgasmos no es tan malo: una práctica muy habitual que podría estar llena de beneficios


Para aumentar la excitación, para no hacer daño a la pareja... cada cual finge los orgasmos por una cosa. Es una práctica más habitual en mujeres.
Sin embargo, y en contra de la creencia de que fingir orgasmos es negativo, varios estudios muestran los beneficios de hacerlo.
En casi todos los husos horarios, hay personas fingiendo orgasmos. Más específicamente, mujeres: algunos estudios afirman que hasta siete de cada diez heterosexuales no suelen alcanzarlos cuando mantienen relaciones, y muchas deciden fingirlos para no confrontar la situación al final. Sin embargo, algunos investigadores consideran que hacerlo puede tener ciertos beneficios para quien escucha esta exaltación del placer.
En ‘The Faking Orgasm Scale for Women: Psychometric Properties’, los psicólogos Erin B. Cooper, Allan Fenigstein y Robert L. Fauber estudiaron una muestra de mujeres que los fingía durante sus relaciones sexuales, y concluyeron que estas expresiones de placer ficticias pueden despertar la libido y aumentar la excitación sexual. Además, puede mejorar la relación con tu pareja. Nada mal, ¿no?

Ventajas de fingir orgasmos
De acuerdo al estudio, publicado en Archives of Sexual Behavior, hay varias razones de peso por las que deberías fingir los orgasmos. Las principales son las siguientes:
- No hieres los sentimientos de la otra persona, aumentando su autoestima y seguridad.
- Al evitar una situación potencialmente incómoda, se refuerzan los vínculos de la pareja. Además, aumenta la complicidad entre las dos personas, aseguran.
- Se reducen la posibilidad de que la relación se rompa por una incompatibilidad sexual, y se construye una relación duradera.
A estas conclusiones se suman las de un estudio realizado por la Universidad de Texas del que se hace eco El Confidencial, en el que se preguntó a casi 1.000 mujeres de entre 18 y 29 años sus motivos para fingir los orgasmos. La muestra descubrió que muchas de ellas lo hacían para sentirse bien o excitarse, lo que al final podía convertirse en un orgasmo real. Ahora bien, eso no quita que otro porcentaje amplio no los interpretase para que su pareja se sintiera mejor o porque les preocupaba ser “menos normales”.
¿La conclusión? Un falso orgasmo es una vía como cualquier otra para alcanzar un placer interno mayor, lo que se desarrolla con otros factores psicológicos (autoestima, por ejemplo) que permiten alcanzar más fácilmente el verdadero clímax.

Mejor sola que mal acompañada
Esta conclusión no está apoyada por muchos otros terapeutas, que destacan la importancia de hablar y explicitar las cosas, ya sea a tu pareja desde hace meses o a una persona a la que acabas de conocer. Fingir orgasmos suele ser una mala señal, o al menos el indicador de que algo no va como debe. Si no alcanzas el orgasmo y es por un problema con la otra persona, apuntan, lo mejor es decirlo en alto y tratar de ponerle solución.
Además, destacan muchos especialistas, partimos de una base conflictiva: el orgasmo es el objetivo y el sexo es el camino. En un artículo del portal de salud de la Agencia Efe, varias psicólogas explicaban los problemas de esta concepción: “Tener sexo es para pasárselo bien, evidentemente el orgasmo es parte importante de pasárselo bien, pero si se persigue como un fin último puede incluso no llegar a producirse porque se está abordando como una situación en la que el ser humano no fluye, no da rienda suelta a sus sensaciones”, explicaba la uróloga y andróloga María Fernanda Peraza.
La doctora sostiene la importancia de ser egoístas en la cama, de hacernos responsables de nuestro propio placer. Por eso, a las mujeres que no llegan al orgasmo les recomendaba encarecidamente la masturbación. Según LELO, en España un 74% de las mujeres alcanzan el clímax cuando se masturban, pero tan solo un 46% lo consigue en sus relaciones sexuales.
¿Y esto por qué? Porque, según la doctora, muchas mujeres no llegan al orgasmo por motivos psíquicos o psicológicos: bloqueos emocionales, miedos o inseguridades… en una situación más calmada, sin nadie alrededor y tomando el tiempo necesario, podrá disfrutar y descubrir qué le funciona a ella para mejorar sus relaciones sexuales.
