Objetofilia: cuando las mariposillas en el estómago te las provoca un objeto

yasss.es
21/12/201716:48 h.La objetofilia está catalogada como una parafilia que consiste en desarrollar sentimientos hacia objetos y tener relaciones (no solo sexuales, pero puede que también sexuales) con objetos. Como aquella mujer que se casó con la Torre Eiffel porque la amaba de verdad.
No, la objetofilia no es usar juguetitos, como dildos o vibradores, en tus relaciones sexuales. Tampoco es encontrarle el puntito sexy a Lumière en 'La Bella y la Bestia'. Y no tiene nada que ver con lo que sientes cuando dices "me he enamorado de esas botas".
La objetofilia va mucho más allá de todo esto. Las personas que se consideran objetofílicos tienden a dotar a los objetos de características humanas, o a percibirlos como si lo fueran, con su corazoncito, sus sentimientos, inteligencia, y en algunos casos, una personalidad. De ahí que se puedan llegar a sentir correspondidos.
Y aunque existen casos como la anteriormente mencionada mujer que se casó con la Torre Eiffel, otra que en los años setenta se casó con el Muro de Berlín o la joven que vive un idilio de amor con La Estatua de la Libertad, la mayoría se enamora de objetos cotidianos como coches, almohadas o montañas rusas. Porque, como explica nuestra colaboradora Ter en Yasss en Mtmad, hay tantas formas de amor como peces en el río:

Erika Eiffel (pues claro, adoptó el apellido de su "marido") probablemente sea la objetofílica más famosa, no solo por casarse con semejante monumento sino por la defensa abierta de su filia. Lleva una página web llamada Objetum Sexuality donde se puede encontrar información útil tanto para los que comparten su filia como para familiares y amigos de personas que se enamoran de objetos, para que entiendan y acepten este tipo de relaciones. En esta web se trata la objetofilia como una orientación sexual más, no como una parafilia.

¿Cuál es la diferencia? Las parafilias aún son consideradas, y a veces tratadas por profesionales, como comportamientos atípicos. De hecho, muchos expertos creen que las personas que son capaces de dotar de sentimientos a un objeto inanimado y tener una relación con ellos son personas que han tenido experiencias traumáticas y se refugian en "algo" que no pueda herirlas.
Por otro lado, el estudio de la sexualidad ha evolucionado tanto en los últimos años que... nunca se sabe. Por ejemplo, cabría mencionar que el sexo oral fue considerado una parafilia hasta hace tan solo unas décadas y ahora lo vemos como una relación sexual de lo más normal. Además, los objetofílicos defienden que su relación no es sexual, sino emocional, así que no les gusta mucho que los metan en el mismo saco que a otros tipos de fetichistas.