El mal olor vaginal no siempre es síntoma de una infección: causas y síntomas más comunes


Hay muchas causas del mal olor vaginal, pero no todas son enfermedades
¿Has notado un olor desagradable ahí abajo? Hay varias causas que pueden provocar el mal olor vaginal, cada una con sus síntomas y tratamientos. En algunos casos, podrás solucionar el problema en casa, y en otros necesitarás tratamiento, aunque, en cualquier caso, deberás pedir cita con tu médico para conseguir un diagnóstico y poder atajar el problema cuanto antes.
El mal olor vaginal está vinculado a una modificación en el flujo pero, ¿qué puede estarlo causando?
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¿De qué va lo del flujo?
Digamos que la parte interior de tu vagina está cubierta de una membrana mucosa, un tejido que se lubrica de forma natural y que se expulsa para mantener el cuerpo limpio. El flujo vaginal es muy diferente en cada persona, e incluso en un mismo cuerpo está sujeto a cambios. Hay muchos factores que pueden alterarlo, desde la situación hormonal hasta el ciclo menstrual, pasando por las relaciones sexuales, entre otras. Cada mujer tiene su flora bacteriana vaginal, cuyo equilibrio actúa como defensa contra agentes externos nocivos.

El problema viene cuando este equilibrio se rompe, lo que puede generar infecciones. Para evitarlo, hay que evitar la aplicación de químicos en la vagina y las prendas que no transpiran, así como los lavados excesivos en la zona genital. De la higiene a la limpieza obsesiva hay un paso, y puede acabar destruyendo aquello que está ahí precisamente para evitar problemas. Recuerda limpiarte con movimientos de adelante hacia atrás al orinar o defecar, así como orinar después de tener relaciones sexuales y usar jabones suaves o neutros tanto para el baño como para el lavado de la ropa interior.
También es importante mantener una buena alimentación e hidratación. Los nutricionistas recomiendan añadir en la dieta yogures, arándonos rojos (también en zumos o tés), soja y semillas como la chía o la quinoa, así como frutos secos y hojas verdes, como las espinacas.

¿Qué es lo normal?
Si el flujo vaginal está sujeto a cambios incluso para una sola persona, ¿qué es lo normal? La cantidad, el color y la textura pueden variar a lo largo del mes. Sin embargo, si notas mal olor o síntomas anormales, deberás consultar a un médico.

Hay varios problemas que cuentan con un el mal olor vaginal entre sus síntomas. Una de las más comunes es la vaginosis bacteriana, una infección que puede desarrollarse después de las relaciones sexuales y que nace de un desequilibrio bacteriano en la flora vaginal. Normalmente va acompañada de picor y el flujo suele ser blanco y fino.
El mal olor vaginal también está relacionado con algunas ETS, como la tricomoniasis. Esta enfermedad está producida por un parasito protozoario, que se contagia durante las relaciones sexuales. Además del mal olor vaginal, que suele ‘oler a pescado’, suele estar acompañado de picor genital y una micción dolorosa. En la mayoría de los casos, quienes sufren esta ETS no lo saben, pero puede provocar complicaciones más serias.
Otras causas
Otra causa bastante común del mal olor vaginal es la candidiasis, que produce flujo blanco y espeso y, además, su olor suele compararse con el del pan. El tratamiento requiere medicamentos, aunque necesitarás que el médico te haga una prueba para diagnosticar el tipo de hongo que tienes.

Quizás el problema sea una enfermedad inflamatoria pélvica, una infección en la pelvis que ocurre cuando una infección vaginal se extiende hacia los órganos reproductores. Puede producir embarazos ectópicos y entre sus síntomas se cuenta el flujo ‘con olor a pescado’ y el sangrado antes o después de las relaciones sexuales. También puede estar relacionado con la sudoración excesiva: en los genitales hay muchas glándulas sudoríparas, y un sudor excesivo puede resultar en un olor muy fuerte. Puede no ser nada o significar muchas cosas, pero solo un médico podrá decirlo. Para salir de dudas, pide cita con un ginecólogo.
¿Olores sanos y olores que dan problemas?
El flujo vaginal de cada persona tiene su propio olor y no es estable. Sin embargo, hay una serie de olores por los que muchas personas preguntan a los ginecólogos: el yogur y el metálico. El primero puede deberse a que la flora vaginal está formada de distintos microorganismos, entre ellos los lactobacilus, que también están en el yogur. El segundo es muy característico después del sangrado y del cambio de pH de la vagina.

Por otro lado, hay una serie de olores que, por norma general, suelen ser preocupantes. Es el caso del famoso ‘olor a pescado’, que suele indicar una alteración de la flora vaginal, el olor dulzón o ‘a pan’, que puede estar relacionado con la candidiasis, un olor más desagradable o incluso fétido, que puede estar relacionado con el síndrome de shock tóxico que producen los tampones si se llevan durante mucho tiempo.