Cerebro, estimulación y paciencia, las llaves mágicas que te abrirán las puertas del orgasmo clitoriano


Aunque tiene múltiples beneficios, se estima que seis de cada diez personas con vulva tienen problemas para alcanzar el orgasmo.
La estimulación del clítoris es fundamental, pero el cerebro también juega un rol protagonista.
Ya sea a solas o con otras personas, el orgasmo trae consigo muchos beneficios: mejoran el humor, pueden reducir el dolor de la menstruación y refuerzan tu sistema inmune, entre otras bonificaciones. Sin embargo, este premio parece que no está al alcance de todos; se estima que alrededor del 40% de los españoles tiene problemas para llegar al clímax.
Este porcentaje se agrava aún más si lo dividimos en función del género: 6 de cada diez mujeres reconoce tener dificultades para alcanzar sus orgasmos. Estos problemas pueden estar vinculados a una educación sexual inadecuada o inexistente, la presión o algunas enfermedades. Sea como sea, se trata de una situación complicada: “El 20 % de las mujeres nunca ha tenido un orgasmo y el 50 % lo ha fingido. Solo el 29% llega al orgasmo en una relación casual”, apuntan desde la clínica ginecológica Club Antiaging. Y para poder dar carpetazo a esta situación, añaden, solo hay un camino: la educación sexual.

¿Qué es un orgasmo?
La definición de orgasmo no está cerrada. Aunque delante de una pantalla todos se parezcan, lo cierto es que cada persona puede experimentar esta descarga de tensión de una manera diferente. A fin de cuentas, se trata de una descarga de tensión muscular y nerviosa que se acumula durante el sexo, habitualmente como resultado de una estimulación continuada del pene o del clítoris, bien por estimulación propia o ajena.
Cuando hablamos de orgasmo femenino, hay un mito que recorre las calles como el fantasma de las navidades pasadas: el que dice que existen “dos tipos de orgasmos, clitorideano y vaginal, y que el vaginal es más maduro”, tal y como apuntan desde la clínica. La realidad es que “apenas un 18% de mujeres llega al orgasmo solo con penetración vaginal”; lo más importante, explican, es la estimulación del glande del clítoris, vaya o no acompañada de penetración.
El clítoris es un órgano con más de 8.000 terminaciones nerviosas, responsable del placer femenino. Es mucho más que el botoncito que sobresale en la zona genital, tal y como explican las ginecólogas e Antiaging: “Si el capuchón es muy grande, el glande puede perder sensibilidad. Luego se continúa con el cuerpo cavernoso o pilares en forma de V invertida, hasta el perité y los bulbos vestibulares que rodean la vagina y se unen a su alrededor”. En conjunto, el clítoris mide “entre cinco y diez centímetros de tejido eréctil, cuyas erecciones son 95% internas dentro de la vulva y vagina”.

El cerebro, clave para el orgasmo
El otro gran órgano encargado del orgasmo femenino es el cerebro. Para disfrutar totalmente, explican las profesionales, no hay nada como generar un ambiente en el que estés cómoda y sin presiones. Si involucras a otra persona, debes sentir confianza con tu pareja y dejar que la imaginación vuele. Esa es la primera clave para conseguir un orgasmo: contextualizar y darle al sexo el espacio que merece en la cabeza. Pero hay algunos más:
- Sin prisa. No cometas el error de querer el premio demasiado rápido: no puedes tocar zonas erógenas y pensar que la excitación va a aparecer obligatoriamente por combustión espontánea. Además, puede que la zona no haya lubricado lo suficiente y duela.
- Estimular el clítoris. Cerebro y clítoris, cerebro y clítoris. Estos dos órganos son claves para llegar al clímax; se estima que tan solo un 18% de las personas con vulva pueden llegar al clímax única y exclusivamente con penetración vaginal.
- Escoger la mejor posición. Ya estés sola o en compañía, es importante encontrar una postura cómoda y sentirse sexy. La primera es cuestión de probar: busca una posición en la que estés cómoda y tú o quien vaya a estimular tenga acceso a las zonas erógenas de turno. La segunda es una manera de olvidarse de las distracciones y aumentar la excitación. Además, los sexólogos apuntan a que las probabilidades de alcanzar el orgasmo aumentan cuando una persona está relajada y concentrada en su propio placer. Lo mejor es tratar de mantener la atención en el acto, sus olores, sabores y emociones. Y, ante todo y si se puede, dejarse llevar.
