Primera vez con la píldora anticonceptiva: de sus componentes a sus efectos secundarios


Es cómoda, barata y fácil de usar: el uso de la píldora anticonceptiva se ha triplicado en los últimos años.
Sin embargo, es uno de los métodos anticonceptivos (no previene de ETS) que más efectos secundarios tiene.
El embarazo no deseado es un miedo que está ahí para casi todas las mujeres jóvenes y sexualmente activas. En bajito también está el riesgo de coger una ETS, volando alrededor de nuestras cabezas. Y, siendo sinceras, el éxito (o el fracaso) de esta empresa no depende de otra cosa más que del método anticonceptivo que elijamos.

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Muchos de estos métodos están financiados por la Seguridad Social o pueden obtenerse de manera gratuita en los centros de planificación familiar. Pero el problema no es el acceso o los costes de estos métodos, si no el desconocimiento que aún tenemos sobre ellos. Y es que la mayoría de los métodos anticonceptivos son femeninos, aunque la sexualidad de las mujeres sea aún, en muchos sitios y entornos, tabú.
Uno de los más populares es la píldora anticonceptiva, que además no deja de sumar seguidoras a sus filas. En los últimos años, su uso se ha triplicado, por eso en Yasss te traemos las claves sobre este método de prevención del embarazo.
¿Qué es?
La píldora anticonceptiva es un método de prevención del embarazo enmarcado dentro de la categoría de los hormonales, ya que actúa directamente sobre tu ciclo menstrual. A grandes rasgos, estos métodos se encargan de aportar hormonas ováricas para que tu cuerpo deje de ovular y segregar FSH (una hormona determinante en las funciones sexuales), mientras se dedica a disminuir el grosor del endometrio y altera la producción de moco cervical.
En definitiva, ponen muy complicado que te quedes embarazada (es uno de los más eficaces, tan solo superado por los métodos intrauterinos como el DIU, aunque varios estudios colocan la tasa de fracaso de este método entorno al 9%), es uno de los más baratos y, además, no exige un conocimiento técnico bestial: basta con tomarte una pastilla al día y ser constante con el blíster.

Si quieres empezar a tomarla, debes acudir a tu médico de cabecera o centro de planificación familiar y comentárselo al especialista. Una vez cuentes tu caso, el médico te recetará una u otra pastilla. La verdad es que hay mil marcas y componentes y lo más seguro es que no des con la ideal para ti a la primera: tendrás que jugar a prueba y error, comprobar cómo te sienta e ir compartiéndolo con tu médico.
En cualquier caso, conviene distinguir entre tres tipos de pastillas, dependiendo de las hormonas que contengan: estrógeno, progesterona o una mezcla de las dos. Ahora bien, no es oro todo lo que reluce, y este método también tiene muchos efectos secundarios.
Los efectos secundarios
Los ‘contras’ más comunes de la píldora son el sangrado intermenstrual, las náuseas, la hipersensibilidad en los senos, los dolores de cabeza, los cambios de peso y humor, la pérdida del deseo sexual, la secreción vaginal e incluso los cambios en la vista. Los más graves, aunque poco habituales, son los infartos o derrames, ya que en ocasiones esta pastilla aumenta la presión arterial.

Sangrado intermenstrual, nauseas e hipersensibilidad en los senos
Son tres de los efectos secundarios más comunes de la píldora. El primero se refiere al manchado entre reglas y, según se estima, afecta a la mitad de las personas que usan la píldora durante los tres primeros meses, aunque después se reduce al 10% de las usuarias. Si el sangrado continúa durante más de 5 días, se recomienda acudir al médico. Lo mismo ocurre con las náuseas o el dolor en los senos: la píldora puede provocar ganas de vomitar leves y un aumento de la sensibilidad y el tamaño del pecho, aunque si resulta muy doloroso o imposible de sobrellevar, lo mejor es acudir a la consulta del ginecólogo.

Dolores de cabeza y cambios en el peso y el humor
Es muy habitual sentir dolores de cabeza leves en los primeros días de consumo del tratamiento, pero si se convierten en migrañas o no cesan, mala señal. Sobre el peso, seguro que has escuchado a alguien decir que, desde que toma la pastilla, ha engordado. Bien, esto no es un caso particular sino que es prácticamente la norma: muchas personas empiezan a retener líquidos con la píldora.
En el tema de los cambios de humor hay muchos matices. Hay a quien esta ingesta de hormonas le produce unos desajustes en sus emociones bastante bestias, y hay a quien no le afectan en absoluto. Lo cierto es que, según los investigadores, estos cambios suelen darse más en personas que ya han sufrido problemas de depresión o tienen un historial familiar con casos de enfermedades mentales. Si es tu situación, lo mejor es que, antes de empezar a tomarla, lo consultes con tu médico.
