De la monogamia también se puede salir: breve introducción a las relaciones poliamorosas


La miniserie ‘Trigonometry’, sobre una pareja poliamorosa, promete ser una de las ficciones del verano.
El poliamor no es una moda, si no un modelo relacional que promete “una vida más plena”, en la que la comunicación es fundamental.
Con el verano llega para muchos el tiempo libre, las horas muertas frente al ventilador, los maratones de series y el qué veo ahora. Entre los últimos estrenos en plataformas están ‘The great’, la segunda temporada de ‘The politician’ o ‘Trigonometry’, una miniserie británica que gira alrededor de una pareja muy enamorada que alquila una habitación de su casa a una tercera persona, con la que comienzan una relación poliamorosa. Se trata de una miniserie lanzada en la BBC que ahora emite HBO, y que ha sido muy aclamada tanto por su calidad como por el tratamiento libre de prejuicios que se ha dado al poliamor.
Hace ya años que las ficciones ‘sobre poliamor’ son habituales en las plataformas: series recientes como ‘Wanderlust’, ‘Easy’ o ‘Tú, yo y ella’ retratan los dilemas de parejas formadas por más de dos personas. La diferencia entre estas y ‘Trigonometry’ es que en las primeras el poliamor está condicionado por el declive de una relación, que se ‘aviva’ al introducir a otra persona, mientras que en la miniserie británica se trata de un proceso bastante orgánico. A fin de cuentas, el poliamor no es el equivalente a comprar un vibrador en pareja, si no un modelo relacional consensuado, consciente y ético que no siempre se ha representado así en la pequeña pantalla. En Yasss te contamos un poco más sobre ello.
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Trigonometry y el poliamor
La miniserie británica protagonizada por Ariana Labed (‘Langosta’), Thalissa Teixeira y Gary Carr (‘Modern Love’) sigue a una pareja muy enamorada que lucha por sobrevivir en la carísima Londres. Él trabaja como paramédico y ella trata de sacar adelante un pequeño bar ubicado debajo de su casa, pero los números no les dan, así que deciden alquilar una habitación de su piso. La nueva inquilina es Ray, una exestrella de la natación sincronizada que levanta por los aires las certezas de la pareja.
oigan por favor vayan a ver Trigonometry (BBC / HBO). Es la mejor serie que he visto este año. Es suavecita ,pequeñita, sutil y rompe con todas las ideas preestablecidas qué hay sobre el amor. pic.twitter.com/1wGq9cleGV
— Valentina (@valencastillos) 7 de julio de 2020
Siempre entre el drama y el humor sórdido, la serie plantea una cuestión muy interesante: qué lleva a una pareja a querer ‘abrir’ la relación. ¿Por qué dos personas que habían crecido bajo el paraguas de la monogamia deciden amar a alguien más? Tan sencillo como que se puede amar a más de una persona simultáneamente, como llevan defendiendo las personas poliamorosas desde hace décadas.
Ahora bien, poliamor y poligamia no son lo mismo. Si la primera es un modelo relacional que no pone el énfasis ni en los matrimonios ni en la exclusividad o el género, si no en el consentimiento y la deconstrucción del amor romántico, la poligamia, que está permitida en varios países, se refiere al matrimonio de un hombre con varias mujeres o al de una mujer con varios hombres.
Los conceptos
Lógicamente, se puede amar o sentir deseo por más de una persona a la vez, aunque la configuración de las relaciones con la que hemos crecido la mayoría de nosotros no contemple ese supuesto. Todo a nuestro alrededor nos decía que había alguien ahí fuera esperando para nosotros, que estaríamos incompletos hasta que encontrásemos a nuestra ‘media naranja’ y que, una vez la encontrásemos, teníamos que hacer todo lo posible por retenerla a nuestro lado.

Las relaciones poliamorosas no son más simples que las monógamas, “pero sí más plenas”, explican desde poliamormadrid.org. Porque las relaciones poliamorosas pueden estar formadas por dos personas, por cinco o por diez, con hijos o sin ellos, que convivan bajo el mismo techo o no.
“Para que las relaciones poli funcionen hacen falta mucha conciencia, honestidad y comunicación”, explica la organización. “Pero no todo son complicaciones. Aparte de la riqueza que supone recibir cariño, amor y sexo de más de una persona, una gran ventaja de las relaciones poli es que, al pasar de tener una relación íntima a tener una red de relaciones íntimas, hay muchas más personas para apoyarse mutuamente y echar una mano cuando haga falta”.

De la monogamia a la poligamia
En una relación monógama, una relación sexual o emocional con una tercera persona es una traición, ya que va ‘contra las reglas’ de la relación. La infidelidad puede desencadenar celos, miedo al abandono e inseguridades, y contra todo ello quieren revelarse las parejas poliamorosas. La clave está en comunicarse constantemente con las otras personas y replantear los acuerdos y condiciones de la relación. Sexo seguro, asertividad y gestión del tiempo son tan solo algunos de los temas sobre los que podéis debatir.
¿Qué pasa si tienes celos? “Puede ayudar hablar sobre ello y que conozcas y pases tiempo con la persona que está con tu amante, que redefináis ciertos acuerdos, etc.”, explican desde la organización. Lo más importantes es confiar en la otra persona y estar dispuesto a exponer los cambios y miedos que te surjan, para poder construir juntos un modelo distinto de relación. El poliamor no es sinónimo de abandono y descuido, sino que trabaja para vivir la intimidad, el amor y el sexo de una manera más plena.
