Mi primera vez fue un fracaso total: tres experiencias en las que salió peor que regular

La primera relación sexual normalmente se asocia a unas expectativas que se parecen más a una película de Disney que a lo que ocurre en realidad. Hay tantos mitos y creencias en torno a este momento que a menudo nos confunden, y una situación que debería ser de ensueño se acaba pareciendo a una pesadilla. Esto es lo que le sucedió a Lara, Martín y Paloma, tres lectores de Yasss que han decidido compartir sus historias con nosotros.
Normalmente las personas con las que hablamos sobre sexo son nuestros amigos, y si bien pueden tener experiencia en este tema, no tienen los conocimientos sexológicos adecuados y a veces pueden perpetuar mitos. Por ejemplo, que una mujer siempre sangra, que no duele mantener relaciones por primera vez, que el orgasmo está garantizado, que la penetración es obligatoria para considerarlo sexo, etc. Estas falsas creencias pueden arruinar nuestra primera experiencia sexual, como le ocurrió a Lara:
"Perdí la virginidad este año con el que era mi primer novio (pero ya no estamos juntos). Yo era la última de mis amigas en hacerlo, así que ellas me habían dado un montón de consejos sobre posturas para disfrutar, trucos para tener un orgasmo, etc. Me habían dicho que el sexo era lo mejor del mundo, que me iba a flipar, que a ellas no les dolió casi nada y que luego no iba a parar.

Pues cuando lo hice quise morir de dolor. No sé si es que soy demasiado sensible o qué, pero fue mucho. Tras un ratito me dejó de doler, pero no disfruté nada de nada. Lo intentamos varias veces y nada, no disfruté en absoluto. Supongo que hay personas con las que no congenias en ese sentido y que más adelante tendré más suerte." – Lara, 17 años.
Hay que tener en cuenta que el sexo no es como las matemáticas. A veces pasan cosas que uno no se espera, sobre todo si tenemos en cuenta que hay aspectos incontrolables como tener una erección, eyacular o disfrutar de un orgasmo. Irónicamente, cuanto más nos presionamos, menos disfrutamos, y este clima de ansiedad es perfecto para que se produzca un 'gatillazo' o pérdida de erección puntual, como le sucedió a Martín:
"En mi primera vez me pasó lo que creo que más le acojona a un tío en el sexo: tuve un gatillazo. Estaba con una chica que me gustaba mucho, y al minuto de empezar empecé a rayarme muchísimo. Por mi cabeza pasaban pensamientos rollo "lo estás haciendo mal", "no le va a gustar", "se nota que nunca lo has hecho", y no me los podía quitar de encima.

Total, que se me bajó el asunto y por mucho que intentamos retomarlo fui incapaz. Por suerte la chica fue muy comprensiva y volvimos a intentarlo días después. Nos centramos en los besos y en las caricias y el resto vino solo. Aunque mi primera vez fue horrible, las siguientes fueron de cine." Martín – 19 años.
Como hemos visto, muchas veces las expectativas o los nervios nos juegan una mala pasada, pero en ocasiones nuestra pareja sexual puede arruinar por completo la experiencia. Es importante que el sexo sea consensuado y que las dos personas disfruten a partes iguales. No debemos desatender nuestro propio placer, pero tampoco podemos ignorar que el sexo es cosa de dos. La clave es encontrar el punto medio entre el altruismo y el egoísmo sexual. En el caso de Paloma la balanza tiró más hacia el lado del egoísmo:
"Yo tenía claro que quería hacerlo por primera vez con alguien que me inspirase confianza, pero se ve que las apariencias engañan. Llevábamos un tiempo quedando y enrollándonos y mi instinto me dijo que él era buen candidato para pasar a mayores.
Quedamos en su casa porque en la mía estaban mis padres, y al llegar la cosa fue muy tensa. Yo estaba un poco nerviosa y me hubiera gustado que hiciésemos algo para calentar el asunto. No hubo preliminares, fue directamente.
Como yo no estaba nada preparada, aquello fue ver las estrellas. Pegué un grito y sangré un poco, y a él se le bajó. Me dijo que le había cortado el rollo verme gritar y que si podía mejorarlo un poco, así tal cual. Encima fui una idiota y lo hice. Él acabó y yo me quedé dolorida y a dos velas, como quien dice.

Menos mal que luego conocí al que ahora es mi novio y se me pasó el trauma, porque madre mía vaya personaje." – Paloma, 20 años.
Aunque estas experiencias desmotivan a cualquiera que quiera intentarlo, hay algunos consejos que pueden ayudarte para que tu primera vez no se convierta en una pesadilla:
- Recuerda que puedes parar en cualquier momento. Aunque estéis desnudos en la cama o hayáis empezado ya, si te empiezas a sentir incómod@, tienes todo el derecho del mundo a ponerle fin y marcharte.
- Puedes usar algún juguete sexual para favorecer el orgasmo. Actualmente hay muchísimos estimuladores de clítoris o juguetes para potenciar el placer en pareja.
- No existen los preliminares. Cuando llamamos "preliminares" al sexo oral o la masturbación, lo que hacemos es relegarlos a un nivel inferior. Las palabras son importantes. Hay sexo más allá de la penetración, así que disfrútalo.
- La edad es un número. Si no estás preparad@ para hacerlo por primera vez, espera. Nadie te está poniendo una pistola en la cabeza, sigue tu propio ritmo. Y si todos tus amigos lo han hecho y tú no, ¡no pasa nada!
- Siempre debes usar protección. Recuerda que el preservativo no sólo evita embarazos, sino también ETS. Por eso es obligatorio utilizarlo incluso cuando practicas sexo oral.
- Si sale mal, no pasa nada. Tendrás muchas experiencias sexuales, y el hecho de que la primera vez te fuese regular no determina ni define el resto.