El uso del preservativo o ir al baño: lo que el cine no ha reflejado bien de las relaciones íntimas

La forma en la que habitualmente el cine refleja las relaciones sexuales, igual que ocurre con las amorosas, suele distar mucho de la realidad
En Yasss hemos repasado y analizado, con ayuda de dos sexólogas y psicólogas, algunas de las cosas que el cine no ha reflejado bien, o no ha contado, sobre el sexo
El amor es un ingrediente muy presente en el séptimo arte, pero también lo es el sexo que, como parte de las relaciones, tiene presencia en muchas películas. Sin embargo, la forma en la que habitualmente el cine refleja las relaciones sexuales, igual que ocurre con las amorosas, suele distar mucho de la realidad. Unas veces se debe a motivos narrativos, estilísticos y de forma; otras se trata directamente un error que no está justificado por los recursos cinematográficos. En Yasss hemos repasado y analizado, con ayuda de dos sexólogas, algunas de las cosas que el cine no ha reflejado bien, o no ha contado, sobre el sexo.
La importancia del preservativo
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El preservativo es un gran ausente en las escenas de sexo en las películas, donde la mayoría de las veces no aparece en escena, ni a través de referencias visuales ni verbales. Esto supone un gran error, ya que el condón es un elemento que tiene un papel importantísimo en las relaciones sexuales. La psicóloga y sexóloga Silvia Sanz hace referencia al papel didáctico que puede tener la presencia del preservativo en las películas. La experta señala que el cine puede ayudar a fomentar su uso, haciendo ver que es un elemento que forma parte de las relaciones sexuales.

Por su parte Silvia Cintrano, sexóloga y psicóloga especializada en terapia de pareja de Instituto Centta, destaca que ponerse el preservativo puede ser visto como un momento erótico más dentro del encuentro sexual: "Es un momento de intimidad, en el que también se pone en práctica la sensualidad”. Además de subrayar la posibilidad de integrarlo como un componente erótico más, la experta recuerda la importancia del uso del condón en las relaciones sexuales: "Es importante por protección para evitar embarazos no deseados y prevenir enfermedades de transmisión sexual".
El sexo no solo es el coito
Las relaciones sexuales son mucho más que el coito, sin embargo, este se lleva todo el protagonismo en las películas. "Vivimos en una sociedad puramente coitocéntrica, que provoca la sensación de que el resto de prácticas no coitales tengan menos peso en las relaciones sexuales que las demás. De hecho, se habla de 'relaciones completas' si ha habido coito. Si no, no es una relación sexual de verdad. El cine, en este sentido, lo que hace es mantener este pensamiento colectivo, mostrando el coito como la forma más íntima de vinculación con otro ser humano, lo cual dista mucho de la realidad. "Cualquier práctica sexual expresa la sexualidad y la vinculación con el otro", analiza Cintrano.
Vivimos en una sociedad puramente coitocéntrica, que provoca la sensación de que el resto de prácticas no coitales tengan menos peso
Aunque forma parte de los encuentros sexuales, el cine no se suele reflejar la actividad sexual previa al coito que constituye lo que se conoce como preliminares. Estos apenas tienen presencia en las escenas de sexo de las películas, donde los personajes se los suelen saltar, pasando directamente a la penetración. "Hay momentos donde se disfruta mucho con las relaciones sin preliminares, pero lo más habitual es que se necesiten caricias, besos y algunos juegos previos para poder excitarse, tanto para ellas como para ellos", expresa la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz. "Jugar antes de realizar penetración no solo puede ayudar a 'entrar en calor', sino que es un modo de disfrutar mucho más", añade.

Encuentros sexuales demasiado idílicos
Algunos aspectos de las escenas de sexo en las películas suelen transmitir un erotismo que, sin embargo, no siempre se corresponde con la realidad, donde no todo es tan idílico. "Se tendrían que desmitificar muchas ideas que se tienen respecto al sexo que provienen del cine", dice la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz, que cuenta que esa imagen idealizada que el séptimo arte, a menudo, muestra de las relaciones sexuales resulta perjudicial en el sentido de que pueden generar falsas expectativas y frustración.

"Muchas fantasías que las personas tienen proceden de las películas. Muchas parejas me cuentan en consulta que realizar el sexo en lugares como la ducha no es tan estupendo como parece en las películas. La realidad es algo diferente: no es tan sexy y la lubricación se pierde un poquito con el agua", cuenta la experta a modo de ejemplo.
El orgasmo en pareja
En las escenas de sexo de las películas casi siempre se muestra que los protagonistas, sincronizadísimos, llegan a la vez al orgasmo, algo que sin embargo no es tan habitual en la vida real. "El orgasmo simultáneo suele ser más la excepción que la regla y además dista mucho de ser el ideal a conseguir, ya que para lograrlo siempre uno tiene que retrasar su excitación, observar al otro e inferir en qué grado de excitación se encuentra, acelerar, frenar, aguantar, etcétera. Con todas estas preocupaciones en la cabeza es difícil concentrarse en el placer y dejarse llevar", cuenta Sanz.

"Las relaciones sexuales deben basarse en el mutuo placer y en compartir la experiencia del orgasmo en momentos diferentes en lugar de hacer de ellas una carrera de obstáculos. Se puede disfrutar mucho sin orgasmo, la compatibilidad no significa llegar al mismo tiempo", añade la psicóloga y sexóloga.
En las películas se intenta mostrar lo más ideal de las relaciones sexuales
El momento de ir al baño

Llama la atención el hecho de que en las películas no se suele ver a los personajes ir al baño justo antes o justo después de tener sexo, una acción de lo más habitual en la realidad. "En las películas se intenta mostrar lo más ideal de las relaciones sexuales y parece que al reflejar el ir al aseo se pierda algo de glamour", analiza Silvia Sanz. La experta habla de la importancia que tiene ese momento de ir al baño que el cine no refleja: "orinar antes y después de tener relaciones sexuales ayuda a prevenir infecciones vaginales y en los hombres la uretritis, que puede producirse tras el contacto sexual”.
La duración del sexo
Los encuentros sexuales suelen ser representados en el cine de forma que parece que duran muy poco, a veces menos de un minuto. Esos encuentros sexuales exprés que muestra el séptimo arte, sin embargo, no son un reflejo de la realidad y pueden transmitir la falsa idea de que el sexo suele ser rápido.
Aunque la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz señala que se puede disfrutar del sexo independientemente de su duración, subraya que "recrearse y alargarlo hará que sea más sentido". La experta, además, cuenta que "convertir el sexo en una carrera y poner el foco en llegar al orgasmo como único objetivo puede provocar eyaculación precoz".
La postura
En el cine, cuando los personajes de una película tienen relaciones no suelen cambiar de postura durante sus encuentros sexuales. Parece que aciertan con la primera y que no sienten necesidad ni tienen interés en probar otras posiciones. Llama la atención también que cuando cambian de postura lo hacen de forma sincronizada sin que aparezca el diálogo previo fundamental para coordinarse.

"Las películas muestran una realidad matizada y endulzada. Es mucho más popular una historia idílica en la que ambos personajes encajan en todos los sentidos de forma fácil y fluida. Y esto es pura ficción", expresa Silvia Cintrano, que explica que cambiar de postura es algo habitual durante el sexo: "Ya no solo por las preferencias, sino también porque las prácticas llevan un desgaste físico y el cambio sirve también para realizar un descanso o cambio de roles". Por último, la experta subraya que "el objetivo siempre debe ser el disfrute de ambos, la complicidad, el conocimiento mutuo y prestar atención al placer".
Los errores del cine a la hora de reflejar el sexo expuestos en este artículo son algunos de los más destacados pero no los únicos, lo cual deja claro que no es un buen referente en cuanto a educación sexual. El cine es ficción y debe ser visto simplemente como tal, sin tomar como modelo cualquier cosa que se muestre en él, ya que dar por válidas ciertas representaciones que no se ajustan a la realidad pueden influir negativamente en la vida sexual.