'Slow sex': guía para practicar esta tendencia que cambiará tu forma de entender el orgasmo

Vivimos en una sociedad en la que las prisas son las protagonistas, esto también sucede en nuestras relaciones sexuales
El 'slow sex' tiene muchas ventajas, como que mejora la intimidad, la confianza y la comunicación en la pareja
Que nos entreguemos al 'slow sex' no quiere decir que tengamos que evitar los 'rapiditos', siempre hay un momento ideal para cada práctica
Vivimos en una sociedad marcada por las prisas y las urgencias. Lo queremos todo "para ayer" y buscamos rendimientos prácticamente inmediatos para todas nuestras actividades: dietas milagro que nos harán perder una talla en 8 días, abdominales marcados en sólo dos semanas, compras con entrega en tu domicilio en 24 horas… y, lamentablemente para nosotros, el sexo no se queda fuera de ese ansia por quererlo todo aquí y ahora (y con un alto nivel de calidad y satisfacción, claro).
Si a esta tendencia a ir deprisa le añadimos las especiales características que suelen tener las primeras relaciones que tenemos en pareja, nos encontramos ante un escenario que hace de las prisas, la velocidad y la impaciencia elementos inseparables de estas primeras experiencias eróticas. Me explico; en una gran proporción de nuestras primeras relaciones sexuales en pareja (o incluso sin pareja), no disponemos de dos elementos que son esenciales para darle al sexo y la erótica el papel que merecen.
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Estos elementos son un lugar adecuado y un tiempo suficiente. Lo que suele ocurrir es que si disponemos de uno, no disponemos del otro, es decir, si tenemos tiempo suficiente es probable que sea en el asiento de atrás de un coche aparcado en un descampado o en el propio descampado, expuestos a miradas ajenas o encuentros incómodos. Y si disponemos del lugar adecuado, no hay tiempo para dedicarnos a disfrutar del encuentro, ya que en cualquier momento pueden oírse las llaves de nuestros padres entrando en la cerradura.

Cuando a todo esto se le une una escasa educación sexual que hemos recibido, normalmente autodidacta o realizada con el grupo de amigos y amigas, nos encontramos ante un escenario que configura las relaciones sexuales como rápidas y absolutamente centradas en la penetración (lo que hay que hacer y lo que es realmente importante es meterl*).
¿Qué es el 'slow sex'?
En esto de las relaciones eróticas, tan importante es aprender nuevas prácticas satisfactorias que pueden hacer que estemos rindiendo y disfrutando por debajo de nuestras posibilidades, sin que sea por mala intención, sino por desconocimiento o por inercia. Como nadie nos ha dicho que está mal (o al menos que no está bien del todo, o que podría estar mejor) o que las cosas pueden hacerse de una manera distinta, seguimos haciendo todo como buenamente podemos o creemos que podemos...
Una buena herramienta para esto puede ser conocer (y practicar, si es que os apetece) el 'slow sex'. Y en primer lugar, convendría traducir de manera correcta el término, ya que corremos el riesgo de quedarnos con la traducción más literal y hablar de "sexo lento" centrándonos en ritmos y cadencias, cuando en realidad estaríamos hablando de "sexo sin prisa" en contraposición con el "sexo apresurado" del que hemos hablado anteriormente.
Esto es algo bastante obvio: a todos nos gusta el sexo. Así que, ¿Qué sentido tiene no dedicarle el tiempo que merece? Imaginaos a alguien que os dijera que le encanta cocinar, pero que en vez de darse su tiempo para el 'slow cooking', a la vez que está picando las verduras para el sofrito, ya ha metido una fuente de comida en el horno para que esté en su punto cuanto antes, al tiempo que con la mano que le queda libre bate una masa para hacer el postre. Absurdo, ¿verdad? Pues este mismo proceso lo seguimos a veces en nuestras relaciones eróticas, ¡acabamos de empezar a besarnos y con la ropa puesta ya estoy intentando ponerme el preservativo!
El 'slow sex' lo que nos propone es que disfrutemos de todo el proceso, de todo el encuentro erótico con nuestra pareja, abandonándonos a sentir y "sensar" (entendiendo "sensar", un verbo completamente 'invent', como disfrutar y experimentar cada una de las sensaciones corporales) todas y cada una de las interacciones que forman parte de la relación.
Lo importante no es la meta, es el viaje
En el 'slow sex' (aunque debería ser así en todas los encuentros eróticos, duren mucho o poco tiempo), lo importante no es la meta, es el viaje. Se trata de alejar el foco del orgasmo y la penetración. Esto no quiere decir que no pueda haber penetración, pero sí que no tenemos que pensar en el coito como el "acto central" y el objetivo último de la relación, ni tampoco que exista esa obligación de "inmediatez genital" que a veces nos lleva a querer practicar el coito sin prácticamente haber interactuado antes con nuestr@ compañer@. Es más, pueden existir relaciones tremendamente placenteras sin que en último término exista una penetración de cualquier tipo.
No tenemos que pensar en "preliminares" sino dotar a esos "preliminares" (besos, caricias, tocamientos por encima de la ropa, masturbación mutua, sexo oral…) de un valor y una importancia que los hagan dignos de ser disfrutados y celebrados. Se trata de disfrutar y mimar tanto nuestro cuerpo como el de nuestra pareja con velas aromáticas, masajes con aceites, vendas en los ojos para que focalicemos nuestra atención en otros sentidos que no sean la vista… cualquier idea o fantasía que tengáis que os vaya a resultar excitante a ambos.

El orgasmo es una posibilidad y no un objetivo
En cuanto al orgasmo, no debemos olvidar que es una posibilidad y no un objetivo. Quizá no lleguemos al orgasmo, quizá sí, quizá sólo uno de los dos llegue, si los dos llegan es muy probable que no sea de forma simultánea (debido a los diferentes ritmos y niveles de excitación necesarios para ello que tienen hombres y mujeres), pero si hemos disfrutado al 100% del encuentro y este nos ha resultado satisfactorio, probablemente no le demos tanta importancia como si no experimentamos dicho orgasmo en un "aquí te pillo, aquí te mato". Recordad que estamos disfrutando y no compitiendo, no hay vencedores ni vencidos, hemos venido a participar, no a ganar.
Esto no son las "follolimpiadas". No estamos buscando que la eyaculación llegue más tarde, aunque es probable que esto ocurra si nos olvidamos de ella y ponemos el foco en disfrutar del viaje y no en llegar cuanto antes al destino (porque tampoco pasa nada si nos perdemos por los caminos y no llegamos al destino o llegamos mas tarde de lo previsto, ¿verdad?).
Esta práctica mejora la intimidad, la confianza y la comunicación en la pareja
Lo que conseguimos con esta práctica del 'slow sex' es una mejora en la intimidad, la confianza y la comunicación en la pareja. Aprovechad para miraros, tocaros, respirar juntos, reíros, oleros y sentiros. Notad la conexión y disfrutad, sobre todo disfrutad mucho. Las relaciones eróticas poco deberían tener que ver con estas relaciones rutinarias que solemos tener por culpa del acelerado ritmo de vida del que hablábamos al comienzo.
Muchas veces nuestras relaciones se asemejan más a montar un mueble de IKEA (con un procedimiento y unas etapas marcadas en las que si te saltas una, todo se va al garete) que a pintar un cuadro, en el que podemos utilizar todas las herramientas que conocemos: distintos pinceles, las manos, mezclar colores, diluirlos… ¡Vamos a ser artistas del sexo y la erótica y no meros operarios de una cadena de montaje!
Y como todo en el sexo es variedad, diversidad y diversión, el hecho de que nos entreguemos a la práctica del 'slow sex', no quiere decir que tengamos que abandonar la práctica de los 'quickies' (un rapidito, vaya), ya que hay un momento ideal para cada práctica (igual después de un calentón en los baños de la boda de tu mejor amiga no es el momento ideal para el 'slow sex'. Podrían sospechar de vuestra ausencia…). De lo que se trata es de tener distintas opciones para decidir en pareja qué es lo que más nos apetece en cada momento y de romper con la monotonía de esas relaciones que al final parecen siempre iguales. Y de que queráis a quien queréis como os queráis querer.