Virus del Papiloma Humano, la ETS que rozará a más de la mitad de la población: prevenirlo es básico


El VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente: se estima que más de la mitad de la población estará en contacto con él en algún momento de su vida.
Desde 2008 se vacuna a las niñas contra este virus de manera gratuita.
Mi primer contacto con el virus del papiloma humano (VPH) fue en la adolescencia, en la consulta de mi médico de cabecera y con una jeringuilla de por medio. No hacía mucho que se había implantado la vacuna contra el virus en España, que surgía como respuesta al gran problema de salud pública que es este patógeno. No solo por sus consecuencias (puede llegar a provocar cáncer), si no también por la incidencia que tiene: algunos estudios asumen que más de la mitad de la población estará en contacto directo con el virus en algún momento de su vida.

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No recuerdo mucho de esa vacuna, aunque fue la última de esa pequeña cartilla que mi pediatra había rellenado con jeringuillas y protección contra la meningitis: tan solo que apareció de repente, que fuimos de las primeras generaciones en recibirla y que se me durmió el brazo después del pinchazo. Ahora, de para qué servía o qué era en realidad el virus del papiloma, no tenía ni idea, y lo mismo si me lo hubiesen contado me habría quejado un poquito menos de lo mucho que dolía vacunarse.
Qué es el VPH
El virus es una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) causada por el virus homónimo, el VPH. Existen más de 100 tipos diferentes de virus, y 40 de ellos pueden infectar al ser humano. Según explica el Ministerio de Sanidad, se trata de la infección de transmisión sexual más frecuente, y se puede contraer cuando se mantienen relaciones sexuales (ya sean estas anales, vaginales u orales) con cualquier persona que tiene la infección.

Tal y como explica el gerente de la clínica de tratamiento de ETS Open House, Pablo Fernández, a Yasss, el virus “se transmite por contacto directo de piel con piel y se estima que entre uno y dos tercios de la población mundial vamos a estar en contacto con ella”. Además, “es una de las pocas ITS de las que no nos protege el preservativo, así que debemos prevenirla y vigilar”.
Precisamente por eso es tan importante la vacunación y la observación, con la que podemos identificar los síntomas y tratarlos antes de que vayan a más. Según explica Fernández, “las manifestaciones más típicas son las verrugas genitales, que se pueden tratar de muchas formas sin problemas”. Y añade que “también hay cepas que pueden provocar estados precancerosos, pero lo único que se puede hacer si se detecta una de ellas es aumentar la vigilancia en la salud del paciente, porque ni siquiera hay un tratamiento concreto”.

La importancia de la vacunación
La mayoría de los contagios, explica el gerente, son asintomáticos, lo que significa que una gran parte de la población ha entrado en contacto con el virus y ni siquiera lo sabe. Y aquí es donde entra la vacunación, obligatoria en muchos países. En los casos que sí muestran síntomas, el VPH afecta a la piel y a las mucosas, y en los más graves llegan a producir cáncer. De hecho, este virus es la causa de casi todos los cánceres de cérvix, de aproximadamente el 90% de los anales, el 70% de los vaginales, el 40% de los de vulva y de la mitad de los de pene.
La vacuna del papiloma evita un 90% de los cánceres de cérvix https://t.co/0UrzyQlDJ1
— 20minutos.es (@20m) 4 de marzo de 2020
Precisamente por eso, en España se vacuna gratuitamente desde 2008. Al principio se comenzó con todas las chicas a los 14 años, pero desde 2017 todas las comunidades vacunan a los 12 años, salvo Asturias, que lo hace un año después. Los chicos que quieran vacunarse deben comprarla, aunque algunas comunidades la suministran de manera gratuita también para ellos en determinadas circunstancias.
“Nosotros recomendamos encarecidamente la vacunación”, cuenta el gerente de Open House. “Se suele llevar a cabo antes del inicio de la vida sexual, pero puede administrarse hasta los 26 años. Gracias a ella, las cepas más agresivas no arraigan y no nos complican la vida a largo plazo. Porque el VPH siempre produce complicaciones en el largo plazo”.

Las pruebas de detección precoz ayudan a identificar el virus cuando ya no hay prevención que valga. Son citologías del cuello uterino que se practican a mujeres de 25 a 65 años, aunque en aquellas con infección por VIH se realizan a partir de los 21 años o en el primer año después de las primeras relaciones sexuales.
Si crees que puedes tener VPH, acude a tu médico para salir de dudas cuanto antes y cuéntaselo a las personas con las que te hayas acostado, para que también puedan someterse a las pruebas. Cuanto antes lo hagas, menor será la probabilidad de contagio para los demás.