Cada 31 de octubre, el mundo occidental se vuelve loco con la celebración de la noche de Halloween. Las casas, tiendas y restaurantes se llenan de telarañas, bichos, calaveras y tumbas y, en nuestro caso, también los platós de televisión. Los disfraces varían cada año según las modas, películas o las series de estreno, como es el caso de la serie de Jeffrey Dahmer, pero siempre hay clásicos: el disfraz de bruja, vampiro o zombie, que se mantienen fieles e invaden las calles para camuflarse entre los muertos.
Esta noche es un homenaje a la muerte que se celebra, sin embargo, con fiestas alegres y llenas de vida. Pero, más allá del viejo truco o trato, Halloween también puede celebrarse con el mejor ejercicio para la imaginación: leyendo. Los amantes de la lectura pueden disfrutar de una buena sesión de mantalibro, aclimatada con una luz tenue y un gatito negro entre las piernas, si se tiene.
En Yasss no vamos a recomendar ningún libro específico de Stephen King: podría ser cualquiera. Este maestro del terror, que consiguió que algo tan amigable como un payaso con globos se convirtiera en la peor pesadilla de (mi) infancia, asusta solo con su nombre. Sin embargo, hay otros autores de rigor que también nos pueden hacer temblar de miedo en plena madrugada y de los que hemos seleccionado un minucioso TOP FIVE para todos los gustos:
La excelsa obra de Truman Capote, que fue el origen del género de la novela periodística y que afectó tanto a la psicología del autor que nunca volvió a escribir nada parecido, solo es apta para fanáticos del true crime. La descripción que los asesinos de la familia Clutter hacen de aquella fatídica noche en la que entraron a robar en una granja creyendo que allí había una inexistente caja fuerte, pone la piel de gallina. La novela fue un caso real que conmocionó a todo el pueblo de Holcomb, Misisipi, y es recomendable leerla después de haber echado doble llave a la puerta, todos los cerrojos y el FAC.
Los lectores que consiguen pasar de la primera página de este libro, o son unos valientes, o unos masocas, o las dos cosas. Yo lo hice y nunca lo olvidaré. De ahí hasta las 175 páginas restantes, Carrere novela el caso real de la vida de Jean Claude Romand, un perturbador padre de familia que engañó, estafó y mintió a todos sus seres queridos haciéndoles creer que era un prestigioso médico de la OMS. Antes de que le descubrieran, en vez de suicidarse, decidió matarlos a todos y, a día de hoy, está en libertad tras haber pasado 26 años en la cárcel.
Si algo he aprendido después de leer la obra insignia de Torcuato Luca de Tena es que nunca, bajo-ninguna-circunstancia, ni por afán periodístico, ni de investigación, ni por amor o venganza, hay que infiltrarse en un manicomio haciéndose pasar loco, sin estarlo. Porque por mucho informe que lleves, llamadas que hagas o muy cuerdo que parezcas, una vez que estás dentro, ya no te van a creer. Esta novela psicológica, que ha saltado recientemente al cine de estreno, profundiza en las enfermedades mentales y, sobre todo, en unos malos tratos a los pacientes que, si no han desaparecido ya, deben desaparecer.
Entre tanto autor sofisticado, siempre hay que incluir un buen best seller. Uno de esos que te mantienen despierto hasta las tantas, aunque al día siguiente tengas que ir a trabajar o abrillantar el suelo de la cocina. Ahora mismo, el drogalibro por antonomasia es la trilogía de Carmen Mola, que comienza con el que aquí se recomienda, La novia Gitana. Sí, sé que han estrenado la serie y tiene muy buena pinta pero, antes de ver con tus propios ojos cómo asesinan a una mujer introduciéndole gusanos vivos en el cerebro, es mejor que la inspectora Elena Blanco te lo cuente.
Lo que Stephen King es a la novela de terror, Edgar Allan Poe lo es al cuento del mismo género. Y, como también se pueden recomendar cualquiera de sus cuentos, es mejor abrir sus obras completas por una página al azar y saborear un buen relato de miedo. Si tuviéramos que hacer un esfuerzo literario y elegir uno, solo uno, tanto yo como ‘Los Simpson’ nos decantamos por ‘El cuervo’.