Esty Quesada, más conocida en internet como Soy Una Pringada, ha sido esta semana la invitada al vídeo podcast de mtmad 'Nos hemos liado', presentado por Alba Carrillo y Nagore Robles. La creadora de contenido ha ido al programa y ha hablado de ser diferente, de su infancia o de sus traumas familiares.
Pues bien, ha sido Nagore, quien, tras charlar sobre al facilidad que tiene Esty para dormir más de ocho horas sin necesidad de tomar pastillas de ningún tipo, le ha preguntado sobre su infancia y cuándo se dio cuenta de que no encajaba en la norma, que era "la rarita".
Lo cierto es que Esty se dio cuenta de que era una niña distinta cuando empezó a tomar conciencia de su propia existencia: "Desde que tuve algún tipo de consciencia de mí misma. Cuando empiezas a saber que existes". Antes incluso de entrar al colegio, asegura Esty.
En el vídeo podcast, Esty ha hablado de su infancia y de lo dura que fue para ella: "No encontré a nadie hasta que tuve los 15, 16 o así". Además, estas amistades no las hizo en el instituto, sino fuera de él: "Pues los encontré en Iturri, en la calle de Bilbao que es la calle de los putos frikis, de los góticos, de los emos".
¿Cómo dio Esty con esta calle y esta gente? Pues a través nada más y nada menos que de Tuenti, la red social de moda en ese momento: "Todo esto vino por internet, porque yo no hubiese descubierto esa calle sino fuese por Tuenti, por ejemplo".
"¿En tu familia te hacían ver que eras rara?", le pregunta Alba Carrillo a Esty, a lo que ella responde sin pelos en la lengua, tan directa como suele ser ella siempre: "A ver es que en mi familia... Mi padre está muerto, mi madre nunca me quiso... Nunca me he sentido parte y nada, tuve una infancia horrible, pero nadie me decía: 'eres rara o no eres rara, te queremos o no te queremos'. Era como que no tenía familia, bueno sí, tengo dos hermanas con las que me llevo bien", asegura.
Aunque la relación con sus hermanas no siempre ha sido buena, puntualiza Esty: "Ahora sí, que hay 600 kilómetros de por medio". Este año, en Navidad, va a volver al País Vasco y pasará estos días con su madre y hermanas, para seguir cosechando traumas, que al final le sirven como inspiración a la hora de escribir.