Chanel cuenta cómo fueron los minutos previos a su actuación en Eurovisión: "Nos tocamos todos los culos"
Chanel Terrero ha dado una entrevista en el podcast 'Menudo Cuadro'
Ha relatado como vivió su gran entrada al escenario de Eurovisión
Para ella, lo más importante era que su equipo estuviera "unido"
En la semana grande de Eurovisión - este sábado 13 de mayo se celebra la gran gala del festival de la canción- Chanel Terrero tiene muchas cosas que contar sobre todo lo que ella vivió antes, durante y después de su actuación del año pasado. La bailarina consiguió un histórico tercer puesto en la votación y, a toro pasado, ha recordado cómo fue el proceso que, muy pronto, vivirá nuestra querida Blanca Paloma en Liverpool.
Según ha contado la cantante, todos los artistas, antes de pasar a la zona del backstage, con los nervios a flor de piel por el momento que están a punto de vivir, tienen que colocarse en unos "cuadraditos". Cada uno de ellos corresponde a unos auriculares, porque en la gala está todo perfectamente organizado. Y, como siempre, en esos minutos previos, ocurren cosas inesperadas:
"De repente, uno de las bailarinas tuvo un problema con el vestuario y tuvieron que venir a coserla de urgencia. Pero yo me relajé y pensé que son cosas que pasan. Después, pasas a otro cuadradito, que ya está dentro del backstage y te hacen una prueba de sonido. Y ahí estaba yo, calentando, y recuerdo que se me quedó la boca súper seca. Tengo un truquito que recomiendo para estos casos, para actuaciones o castings, que es morderse la lengua para provocar la salivación", ha aconsejado Chanel, siempre tan original y resuelta.
Entonces, llegó el abrazo final: "Abracé a todo mi equipo, le dediqué unas palabras y también cada uno dedicó la actuación a quien quiso. Nos dimos todos una palmadita en el culo para darnos suerte y entramos con el pie derecho en el escenario, siempre unidos", ha relatado frente a los líderes de 'Menudo Cuadro'.
En ese mismo vídeopodcast, Chanel también contó los "roces internos" que se vivieron entre todos los encargados de su candidatura: una tensión que duró hasta que ella, conciliadora, les metió a todos en el camerino para llegar a un consenso con el objetivo de que todo funcionara bien. Y vaya si funcionó. La cubana declaró, a punto del llanto, lo emocionada que estaba por lo bien que había salido todo.