Libertad, respeto, diversidad y lucha. De eso saben mucho las protagonistas de una de las corrientes artísticas más importantes de la cultura LGTBIQ+: las drag queens. Por ello, con motivo del Orgullo LGTBIQ+ le propuse a mi coordinador contar la historia de dos rostros impulsores de la cultura drag entre las generaciones más jóvenes: las Two in Red.
Hermanos gemelos, homosexuales y amantes de la cultura drag desde su adolescencia: así son Iosu y Julen Martínez, los componentes de Two in Red. En cuanto le propusimos la idea de entrevistarles para Yasss dijeron que sí y de hecho, nos invitaron a su casa para conocerles más de cerca y saber cómo es el proceso artístico de sus personajes justo antes de salir a un show. Nos ofrecieron un increíble y revelador 'Get ready with me' en el que mientras se maquillaban y peinaban sus pelucas, hablamos de varios aspectos de su vida y de las luces y sombras de ser drag en la actualidad. Nos contaron secretos, anécdotas y su manera de visibilizar la cultura drag y luchar por los derechos del colectivo LGTBIQ+.
Nuestro equipo se desplazó hasta el céntrico barrio de Ópera donde viven las Two in Red. Llegamos a su casa y nos recibieron con los brazos abiertos. Había fotos de ellas y recuerdos de sus shows en su salón y nos empezaron a contar algunos de esos momentos inolvidables que han vivido como drag entre risas y bromas. "Como veis, también somos muy travestis en nuestro día a día", aseguraban.
Al momento comenzamos con los preparativos. El primer paso que dieron antes del 'make up' fue tapar todas las facciones masculinas del rostro. Para ellas, es uno de los pasos más importantes del maquillaje ya que crean una base sobre la que dibujar una nueva cara. Empezaron con el afeitado y siguieron con el tapado de cejas y patillas para lo que usaron varias capas de pegamento y polvos compactos.
Después, vino la magia: contouring, coloretes, sombras de ojos de diferentes colores, labiales y mucho glitter. Tardaron dos horas y media en crear los rostros de Two in Red: un proceso que realizan varias veces por semana y que económicamente corre por su propia cuenta. Se gastan alrededor de 500 euros cada una cada dos meses entre el maquillaje, el vestuario, las plataformas y las pelucas. "Hay que hablar de todo lo que sucede detrás del drag, lo que la gente no ve. Eso es lo importante".
Los looks que eligieron para el show de esa tarde eran fascinantes. Una de amarillo y la otra de morado, con todos los complementos y las plataformas a juego sin faltarle ni un detalle. Salimos de su casa y las acompañamos de camino al show. Y las reacciones de la gente no tardaron en llegar.
Los viandantes no podían evitar mirarlas y más de uno se acercaba para saludarlas. Pero la mejor parte fue en el metro, cuando la gente se acercaba para pedirles fotos y decirles lo guapas que lucían, aunque aseguran que "siempre hay caras de asco". Para ellas, lo más importante es su círculo más intimo, su familia y sus amigos que las apoyan incondicionalmente desde sus inicios, hace tan solo un año y medio. "Nuestros padres son nuestros mayores fans y han venido a la mayoría de nuestros espectáculos".
Y uno de sus mejores shows es el que presenciamos, conocido como 'MadShow Cabaret' en el nuevo Food Hall de Galería Canalejas (MadGourmets). Todo un derroche del arte drag entre bailes, lypsinc, acrobacias y splits, con tintes de vodevil mientras suenan los mejores hits del momento y éxitos de décadas pasadas.
Un espectáculo que une gastronomía y ocio al realizarse durante la cena del restaurante, y que está teniendo mucho éxito entre el público al tratarse de un nuevo concepto de show drag. "Tenemos que mostrar otros tipos de shows lejos de lo típico que ya se conoce. Las drags podemos combinar cualquier tipo de disciplina y por lo tanto, hacer shows para diferentes públicos y no sólo para locales de ambiente".
Un público por el que lo dan todo en el escenario ya que nunca sabes quién te puede estar viendo. Nos confesaron que en uno de shows asistió una madre con cáncer con su hija de Viena y que ver el espectáculo fue el mejor momento de todo el fin de semana. Disfrutó tanto que aparte de contarle su historia, quiso draguearse y entre seis drags la maquillaron y peinaron creando un momento inolvidable para todas ellas.
Las Two in Red aseguran que el camino a seguir en la lucha de los derechos LGTBIQ+ es muy largo para asentar definitivamente esos valores de libertad, respeto y diversidad; y que hay que empezar desde dentro del colectivo. "Estamos viviendo un momento muy individualizado cuando lo que toca es trabajar como colectivo, todos a una", explican Iosu y Julen, que también alzan la voz por la importancia de los referentes LGTBIQ+ no sólo en el orgullo, sino durante todo el año. "Necesitamos más referentes drag, binarios, transexuales... que se de visibilidad a todas las letras del colectivo para las generaciones más jóvenes, las más importantes", apuntan.