El año pasado, Emi y Elena Huelva se tomaron una preciosa fotografía durante la gala del Elle Cáncer Ball, donde Elena recogía un premio por su lucha contra el sarcoma de Ewing. Con sus libro y sus publicaciones, donde le explicaba a otros pacientes de cáncer, jóvenes o no, cómo era y es la verdad sobre esta silenciada enfermedad, la joven sevillana se convirtió en un referente de la batalla por la vida. Esta vez, Emi, también vestida de rosa palo, ha acudido a la misma gala en soledad, en honor y recuerdo a su hermana.

Allí, se encontró con otras caras conocidas que apoyan la causa y que conocen bien los estragos del cáncer, como Marta Sánchez o Ana Obregón. Y, como ya lo hiciera Elena el año pasado, se subió a la tribuna para dar un discurso sobre todo lo que aprendió a través de los ojos de su hermana, que son también los suyos. Para ella, Elena no fue un ejemplo de la lucha contra la muerte, sino de la capacidad de disfrutar de la vida:

"Lo único que nos llevamos de aquí son los momentos felices, los momentos en los que disfrutamos con las personas que queremos", dijo ante el micrófono, aunque se le quebraba la voz, después de recibir el Premio a la Memoria de Elena que le entregó con mucho cariño Paula Echevarría. Emi representa a la perfección la figura del acompañante y ,en su discurso, no faltó una necesaria reivindicación: "Se necesita investigación, es lo único que salva vidas".

Pasada la gala, la joven ha vuelto a dedicarse a la promoción de su libro, 'Todo lo que ganamos', una continuación de 'Mis ganas, ganan', el texto con el que Elena dio a conocer su historia completa. En esta edición, Emi habla del cáncer desde su punto de vista pero, sobre todo, recuerda todo lo que vivió junto a 'Helen', desde el mismo momento en que se la pusieron en brazos por primera vez y se "enamoró sin remedio" de su hermana pequeña.