Negro es el panorama que se presenta a los jóvenes de España en lo que a encontrar trabajo se refiere. La crisis del coronavirus ha agravado los problemas que ya se arrastraban y hay una consecuencia que todos se temen: la parálisis de la vida juvenil. Un nuevo varapalo para la generación millennial que ya acumula en su historial dos crisis económicas.
Nadie se podía imaginar que este año todo cambiaría. Sí, la pandemia ha servido para empeorar un escenario que ya era suficientemente dramático: a la combinación de contratos precarios, los alquileres desorbitados se ha sumado ahora, en algunos casos, el retraso de los pagos de los ERTE y todo ello se ha conjugado para ponérselo más difícil a los jóvenes.
En el horizonte no se ven demasiadas buenas noticias. La pandemia ha paralizado al mundo y ha demostrado una triste realidad: a la premisa de "estudia que así tendrás un futuro", se ha comprobado que los títulos universitarios no siempre sirven a la hora de encontrar un trabajo y la tasa de paro juvenil está disparada.
A la cabeza de desempleo juvenil de los 27 países europeos está España, tal como se puede comprobar en el último informe de desempleo de julio elaborado por Eurostat (la Oficina Estadística de la Unión Europea) que nos marca los peores resultados. Con un 41,7% España se impone al resto y refleja el dramático panorama de los jóvenes en su territorio con el empleo. Las cifras en Europa también han aumentado con respecto a junio.
En julio de 2020, 2.906 millones de jóvenes (menores de 25 años) han estado desempleados en la UE y la tasa de desempleo juvenil ha sido del 17% en la UE. Eso significa que dentro de un mes (julio), que por tradición en el turismo siempre ha mejorado este dato, se ha producido un aumento respecto de junio (16,9%) y se teme ahora el momento en el que se termine la temporada de verano. En comparación con junio de 2020, el desempleo juvenil ha aumentado en la cifra de 37.000 jóvenes.
"Antes podíamos decir Grecia está peor, ya ni eso", "depender de turismo y tener trabajo precario más pandemia, igual a 41,7% de paro" o "los jóvenes tienden a tener empleos inestables en empresas que no han tenido reparo en despedirles por la pandemia mundial", son algunos de los comentarios que han aparecido tras darse a conocer esta elevada cifra de desempleo en España.
Detrás de esto, hay una grave preocupación para los que tratan de cruzar a la vida adulta. La falta de un trabajo, la dificultad para encontrarlo y que este sea estable pone difícil la tarea de emanciparse y desarrollar un proyecto de vida. Esta se ha convertido en la principal de sus preocupaciones y es algo que cada vez cuesta más de gestionar emocionalmente.
Eso es lo que manifiesta el Consejo de la Juventud de España (CJE) que se ha hecho eco de esta grave situación y, cuyo presidente, Héctor Sanz, ha querido dar voz a lo que de verdad verdad quita el sueño a los jóvenes: "Muchos de quienes tienen trabajo tienen un empleo precario que tampoco les permite emanciparse y hacer un plan de vida". No tenemos empleo y cuando lo tenemos no nos llega para comprar una vivienda". Ahora los datos de Europa nos dan este mazazo y, la incertidumbre sigue en el aire de lo que pasará en los próximos meses.