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Un niño se traga 54 imanes para comprobar si puede volverse magnético y acaba siendo operado de urgencia

  • El niño es un amante de la ciencia y quería comprobar qué ocurriría en su cuerpo al ingerir los imanes

  • Avisó a su madre y cuando llegaron a urgencias tuvieron que intervenirlo de urgencias porque su vida corría peligro

Es normal que cuando tu hijo esté entrando ya en la adolescencia dejes de supervisar lo que va haciendo en cada momento, no obstante, esto puede ocasionar que te lleves más de una sorpresa, como le ha ocurrido a esta madre británica que cuando su hijo le contó que había ingerido un par de imanes (luego descubriría que eran más) no se lo podía creer.

Su hijo de 12 años se había tragado hasta 54 imanes para comprobar qué era lo que sucedía al hacerlo. El niño quería averiguar si ingiriendo los imanes podría volverse "magnético", según informa el medio británico 'Lad Bible'. Rhiley está muy interesado en la ciencia y se tomó este procedimiento como si fuera una especie de experimento científico, sin pensar en que podría poner en peligro su salud.

No obstante, viendo que ni había conseguido tener poderes magnéticos ni conseguía expulsar los imanes al defecar, decidió avisar a su madre y decirle que se había tragado "por accidente" un par de imanes. La mujer no daba crédito, así que preocupada lo llevó inmediatamente a urgencias y fue entonces cuando en una primera radiografía vieron que el niño podría haber ingerido entre 20 y 30 imanes.

Intervención de urgencia

Al descubrir los médicos que no eran dos imanes los que se había tragado sino alrededor de 30, decidieron intervenirlo de inmediato y tras realizarle la operación para extraerlos pudieron comprobar que el niño había ingerido muchos más de los que en un primer momento habían visto en la radiografía, ya que sacaron de su cuerpo hasta 54 imanes de juguete. Parte de estos se los habían regalado por Navidad, el resto los había comprado él a propósito para llevar a cabo su peligroso experimento. Es más, su madre cree que los habría ingerido en días diferentes, primero los de Navidad y más tarde los que compró por su cuenta.

La madre de Rhiley ha querido aprovechar el incidente de su hijo para mandar un mensaje a través del medio británico 'Lad Bible' a otros padres, a los que les ha recomendado que eviten comprar este tipo de imanes, vendidos como juguetes, ya que, en caso de ser ingeridos, pueden desgarrar órganos internos y causar lesiones mortales.

Además, el cirujano le dijo que esto es algo bastante común, no era la primera vez que se encontraban con un niño que había ingerido este tipo de juguetes y que, por tanto, se los tenían que haber extraído de inmediato. Es más, tuvieron mucha suerte de que Rhiley decidiera avisar de lo ocurrido, ya que si no lo hubiera hecho podría haber fallecido por culpa de los imanes.

Ahora, su madre ha decidido sacar todos los imanes de su habitación, aunque no cree que su hijo fuese a volver a ingerirlos, ya que asegura que ha sido una situación muy traumática para ambos.

Esta no es la primera vez que pasa algo así

Ya se lo dijo a la madre de este niño el cirujano que le intervino, y es que esta no es la primera vez que atendía un caso de este tipo. Los niños cuando son pequeños en ocasiones ingieren juguetes o cosas pequeñas que encuentran por casa. Este es también, por ejemplo, el caso de un niño que se tragó un silbato.

El pequeño comenzó a toser de una forma muy peculiar y cuando lo escucharon sus padres decidieron llevarlo al otorrinolaringólogo, donde descubrieron que se había tragado un silbato.

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