Los niños ya no saben leer los relojes analógicos: los retiran de los coles para que no sientan estrés
Las agujas de los relojes analógicos se han parado en seco en las escuelas británicas
Los niños en las aulas no saben interpretar los relojes de agujas
El no controlar el tiempo genera en los niños más problemas de estrés y ansiedad en los exámenes
Podría haber sido en un momento dado una buena excusa para ese examen que no habías estudiado. El clásico "me lo sabía, pero me he quedado sin tiempo" que has utilizado para suspender con clase y no tener que decir "no he abierto un libro", pero real que los niños británicos sienten verdadero estrés con los relojes de agujas y por eso están suspendiendo.
De primeras, esto nos puede oler a trampa, pero son los propios profesores los que ya han visto que tienen un problema serio en las aulas. No es que se estén pasando con controles sorpresa o que en algunos ejercicios quieran que los chicos escriban la Biblia en verso y rellenen hojas y hojas. No. El problema está en los relojes de los centros y ese es el motivo por el que estos podrían tener las horas contadas (nunca mejor dicho) en los colegios británicos.
Aunque leer la hora es algo de lo primero que se aprende junto con los números y colores, con el tiempo y la cultura electrónica se ha ido perdiendo práctica por falta de uso y en algunos casos ya se puede decir que hay niños a los que las manecillas de los relojes analógicos les suenan realmente a chino.
Ellos son digitales y de ahí que controlar la hora en un examen, les esté suponiendo unos nervios extra. Y el problema no queda aquí porque está derivando hasta a tener niveles de ansiedad y eso ya empieza a ponerse más serio.
La solución a la que han optado no es apostar por la vacuna del estrés en la que ya se está investigando, sino hacer un intercambio por los relojes digitales a los que sí están acostumbrados a ver a diario. Una solución más simple imposible y relámpago, aunque también se han dedicado a analizar esta nueva realidad de los escolares en la conferencia 'Partners in Excellence', celebrada en Londres.
La idea es intentar una adaptación y también una convivencia amigable. La cultura electrónica es la que domina ahora el mundo, eso no es ninguna sorpresa y por eso ahora algunos niños les cuesta interpretar la hora de un reloj analógico o, incluso el hecho de pasar las páginas de un libro.
Su día a día determina esta respuesta. Ellos pasan todo su tiempo accediendo a pantallas con solo deslizar un dedo y esa es la forma en la que están aprendido. Así lo ve Malcolm Trobe, subsecretario general de la Asociación de Líderes de Escuelas y Universidades (ASCL) que tiene claro el problema. Lo digital ha hecho que las agujas se paren en seco y que en la era del Fortnite todo se acabe resolviendo a través de una pantalla.