Hace un par de meses, contábamos la historia de Julia y Cassandra, dos jóvenes estadounidenses que descubrieron por casualidad que eran hermanas: se conocieron trabajando en una cafetería como camareras y en muy poco tiempo se hicieron mejores amigas. Como se parecían mucho físicamente y las dos habían nacido en República Dominicana y habían sido dadas en adopción, decidieron hacerse una prueba de ADN que confirmó sus sospechas: ¡eran hermanas por parte de madre y padre!
Una historia muy bonita que se descubrió gracias al programa 'Good Morning America', que ha vuelto a presentar otra muy parecida, pero esta vez protagonizada por dos gemelas. Se trata de Emily Bushne y Molly Sinert, dos hermanas gemelas que se han reencontrado al cumplir 36 años y que ni siquiera conocían hasta ahora de la existencia de la otra. ¡En Yasss te contamos su historia!
Emily Bushne y Molly Sinert son gemelas y llegaron al mundo en Corea del Sur hace ahora 36 años, pero nada más fueron dadas en adopción y ambas fueron acogidas por familias estadounidenses: una en Florida y la otra en Pennsylvania. Ninguna sabía gran cosa de su pasado, solo la fecha de nacimiento y su país natal, pero desconocían que tenían una hermana gemela que estaba viviendo también en Estados Unidos.
La hija de Emily, que tiene once años, quiso hacerse un test de ADN para saber más acerca de los orígenes de su madre: "Quería saber si tenía más familia". Aunque al principio Emily no estaba muy convencida, dejó a su pequeña hacerse la prueba y fue entonces cuando descubrió que tenía una gemela. "Inmediatamente se llenó un agujero en mi corazón. Aunque tengo una familia que me ama y ha sido absolutamente maravillosa, siempre hubo un sentimiento de desconexión. Descubrir que tenía una hermana gemela idéntica lo dejó todo muy claro", ha explicado Emily al programa.
Al mismo tiempo, la gemela de Emily, Molly Sinert, se hizo un test y descubrió que "compartía el 49,96% del ADN con una persona que decía que probablemente fuese mi hija": "Obviamente, eso no era correcto, porque nunca he dado a luz, no tengo hijos". Fue entonces cuando le dijeron que si no era una hija, se trataba de una hermana gemela.
Las hermanas consiguieron ponerse en contacto y comenzaron a mandarse mensajes para contarse cosas de su vida. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como que ambas habían tenido gatos a los que adoraban en la infancia, que siempre habían llevado peinados parecidos y que sus looks para la graduación del instituto fueron muy parecidos.
El esperado reencuentro se produjo el pasado 29 de marzo, el día que cumplían 36 años, y fue muy emocionante para ambas. "Ese fue el momento más feliz de mi vida. Me han robado los últimos 36 años de una vida que podría haber tenido con mi gemela. Pero, al mismo tiempo, estoy muy agradecida y emocionada por lo que me espera", ha explicado Emily, pues las hermanas ya tienen muchos planes en mente, como visitar juntas en un futuro próximo Corea del Sur.
Emily y Molly son muy parecidas, pero también son como dos gotas de agua un par jóvenes españolas que no comparten ningún parentesco: Raquel y Mireya. La primera de ellas, residente en las Islas Canarias, subió una foto a Twitter celebrando que acababa la carrera de veterinaria, su gran pasión. Al ver esas fotos, Mireya le escribió un mensaje para mandarle una foto y hacerle ver que eran igualitas. ¿Quieres ver cuánto se parecen? ¡Dale al play!