Que los más jóvenes tienen muchos problemas a la hora de encontrar un hueco en el mercado laboral o que sus ingresos son mínimos y esto les impide independizarse o vivir relajados económicamente hablando es algo que ya sabíamos; pero este lunes lo ha confirmado el Banco de España a través del estudio 'La crisis de la covid-19 y su impacto sobre las condiciones económicas de las generaciones jóvenes', publicado por el director de Economía del Banco de España Óscar Arce.
La crisis sanitaria del coronavirus ha derivado a su vez en una crisis económica y los más afectados somos los jóvenes. Todavía no nos habíamos recuperado de la crisis anterior cuando ha llegado esta. Y en este caso, el problema no es únicamente la falta de ingresos, sino otras cuestiones como el empeoramiento de la calidad de las clases, según este estudio del Banco de España.
Y es que Óscar Arce hace hincapié en que esta crisis no solo perjudicará a los jóvenes a la hora de encontrar trabajos por el cierre de empresas y la falta de oferta; sino también porque afectará negativamente en su formación laboral e inserción en el mercado la pérdida de clases presenciales y el empeoramiento de la calidad de la universidad.
El porcentaje de jóvenes sin ingresos antes de la pandemia era ya elevado, pero en los últimos meses no ha hecho más que aumentar. Es más, a finales del año pasado, 2020, un 35% de los menores de 30 años carecían de ingresos.
Esta cifra aumentó nada más y menos que cinco puntos desde antes del inicio de la crisis hasta finales del año pasado. Ahora, en este estudio, Arce ha señalado cuáles son las causas principales que han llevado a los jóvenes a encontrarse en esta situación.
Además, del retroceso educativo, del que hemos hablado anteriormente y en el cual el director de Economía del Banco de España hace hincapié: "Los problemas de calidad del sistema educativo condicionan la empleabilidad de los universitarios"; otros de los motivos son, por ejemplo, el precio de la vivienda, los trabajos temporales que están aumentando con la crisis y la poca protección que la gente joven ha encontrado en los ERTE durante los meses más complicados de la pandemia.
Según Arce, los jóvenes "se han beneficiado menos de la aplicación de los ERTE" que otros colectivos, debido principalmente a que la mayoría de sus trabajos son de carácter temporal y a que muchos de ellos trabajan de cara al público en los sectores más afectados por la pandemia, es decir, en la hostelería o el turismo.
Que un 35% de los menores de 30 años en edad laboral no tengan trabajo trae consigo una serie de consecuencias como, por ejemplo, el retraso en la edad de emancipación o el descenso de la natalidad. Es decir, cada vez los jóvenes tardan más en independizarse de casa de sus padres.
Es más, el precio del alquiler en España es muy elevado en comparación con la renta media y este es "el país europeo donde los jóvenes dedican mayor porcentaje de su renta al alquiler.
Además, si los jóvenes no tienen ingresos o los que tienen son muy bajos, también tardan más tiempo en decidir si tener hijos o no y muchos de ellos retrasan este momento o directamente no los tienen por su situación económica.