Hace tan solo unas semanas, conocíamos la propuesta de la ONG sudafricana Harrismith para que los zoos dejasen de enjaular a los animales y que, por el contrario, metieran en jaulas a las personas que querían ir a visitarlos. Esta idea de crear 'zoológicos a la inversa' ya es una realidad en Sudáfrica, pero no en Bélgica, donde el zoo de Amberes (que sigue conservando la tipología tradicional de estos lugares) ha tomado una drástica decisión que les ha hecho estar en boca de todos.
El zoo de Amberes, que es el más grande de Bélgica y a su vez uno de los más antiguos del mundo (fue fundado en 1843), ha tomado la determinación de prohibir el acceso a sus instalaciones a Adie Timmermans. ¿El motivo? La mujer pasaba mucho tiempo con uno de los chimpancés que allí viven, un macho de 38 años llamado Chita, y no creen conveniente que siga visitándolo por el bienestar del animal.
Seguro que ahora tienes muchas preguntas sobre esta curiosa historia que ya ha sido recogida por medios de todo el mundo: ¿Por qué el bienestar de este primate se vería perjudicado porque una mujer lo visitase frecuentemente? ¿Qué opina la afectada? ¿Qué versión da el zoo? En Yasss vamos a resolverte todas tus dudas: ¡sigue leyendo!
Adie Timmermans, la mujer a la que han prohibido la entrada al zoo para ver a Chita, se ha mostrado muy afectada ante las cámaras del medio neerlandés De Telegraaf y ha explicado que no entiende por qué le deniegan el acceso, ya que no considera que esté haciendo nada malo por compartir su tiempo con el chimpancé: "Amo a ese animal y él me ama a mí. ¿Por qué nos quieren quitar eso?".
Timmermans, que es socia del zoológico desde hace cuatro años, ha contado al citado medio que cuando el chimpancé la ve "agita los brazos" y le "da besos a través del cristal", y que no comprende por qué no les dejan estar juntos y es que, según ella, se aman y no hacen ningún daño a nadie. "Estamos teniendo una aventura", ha confesado entre lágrimas, muy apenada porque ya no le permiten pasar tiempo junto a Chita.
"A otras decenas de visitantes se les permite tener contacto [con Chita]. Entonces, ¿por qué no yo?", se preguntaba Adie ante las cámaras del canal de televisión regional ATV tras recibir una carta del zoo de Bélgica en la que se le rogaba que dejase de visitar al animal por el bienestar de este y es que, según los trabajadores del zoológico, el animal no quería pasar tiempo con el resto de los primates cuando la mujer iba a visitarlo y el resto de chimpancés estaban dejando de considerarlo parte del grupo.
La cuidadora Sarah Lafaut ha querido dejar clara la postura del zoo ante las cámaras de ATV. "Por supuesto que estamos felices cuando nuestros visitantes se sienten tan involucrados con los animales, pero el bienestar de los animales es lo primero", comenzaba diciendo, para a continuación explicar que los chimpancés tienen que pasar 15 horas con su grupo, ya que, de lo contrario, serán ignorados por el resto, como le estaba ocurriendo a Chita.
"Los otros monos lo ignoran y no lo consideran parte del grupo", ha contado Lafaut, que ha añadido que Chita se podía sentir solo cuando las horas de visita terminasen y no estuviera al lado de Adie pero tampoco con el resto de primates, que le daban la espalda. "Queremos darle la oportunidad de ser lo más feliz posible", ha sentenciado la cuidadora.